La competencia de las letras


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Letra, una escuela muy especial donde todas las letras del abecedario asistían a clases juntas.

Aunque cada letra era diferente, todas se llevaban muy bien y aprendían cosas nuevas todos los días. Un día, la maestra Letizia anunció que iba a haber una competencia de deletreo. Todas las letras estaban emocionadas y comenzaron a practicar con entusiasmo.

En la clase vivía Lucas, un niño tímido y callado que no se sentía seguro de sí mismo. Lucas soñaba con participar en la competencia pero le preocupaba no poder deletrear correctamente frente a todos sus compañeros.

Durante las prácticas, Lucas siempre se esforzaba al máximo pero cometía errores por los nervios. Las demás letras trataban de animarlo diciéndole que lo estaba haciendo bien, pero él aún dudaba de sí mismo.

Una tarde después de clases, mientras caminaba por el bosque cercano a su casa pensando en la competencia, Lucas encontró un libro mágico. Al abrirlo, apareció el hada Palabra quien le dijo: "Lucas, sé lo mucho que deseas participar en la competencia. Te daré tres deseos para ayudarte".

Lucas sorprendido pidió su primer deseo: "Deseo tener confianza en mí mismo para deletrear correctamente". El hada Palabra sonrió y tocó suavemente el hombro de Lucas. Al día siguiente, cuando llegó el momento de la competencia de deletreo, todas las letras estaban listas para demostrar sus habilidades.

La maestra Letizia llamó al escenario a cada letra y una a una deletrearon las palabras que les tocaba. Cuando llegó el turno de Lucas, sintió un impulso de seguridad y confianza.

Se acercó al micrófono y deletreó cada palabra sin dudar. Las demás letras estaban asombradas por su habilidad y lo aplaudieron emocionadas. Lucas se sentía feliz y orgulloso de sí mismo. Su segundo deseo había sido concedido: "Deseo ser valiente para enfrentar cualquier desafío".

La competencia continuó y todos los participantes se esforzaron al máximo. Al final, la maestra Letizia anunció que Lucas había ganado el primer lugar en la competencia de deletreo.

Todas las letras celebraron con alegría y le dieron un abrazo a Lucas. El hada Palabra apareció nuevamente para cumplir el último deseo de Lucas. Él pidió: "Deseo que todas las letras se sientan seguras y valientes como yo me siento ahora".

El hada sonrió con ternura y tocó a cada letra con su varita mágica. Desde ese día, todas las letras en Villa Letra se sintieron más seguras de sí mismas, aprendiendo a valorar sus habilidades únicas.

Lucas demostró que no importa cuán diferentes seamos o qué tan inseguros nos sintamos, siempre podemos superar nuestros temores si creemos en nosotros mismos.

Y así, gracias a la magia del hada Palabra, Villa Letra se convirtió en un lugar donde todas las letras vivían felices y confiadas mientras aprendían juntas día tras día.

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