La conejita perdida


Érase una vez en un hermoso bosque, vivía una conejita muy linda llamada Rosita. Un día, mientras jugaba, se perdió en el espeso bosque.

Estuvo dando vueltas y vueltas, buscando el camino de regreso a casa, pero todo se veía igual y estaba cada vez más asustada. De repente, una luz brillante la iluminó, era una familia de animalitos que vivía en el bosque.

La familia estaba formada por un oso amoroso llamado Osito, una ardilla juguetona llamada Estrellita y un pajarito cantarín llamado Alitas. Ellos encontraron a Rosita llorando y la llevaron a su acogedora madriguera. -¡Oh, pobre Rosita! ¿Cómo te podemos ayudar? -dijo Estrellita con preocupación.

Rosita les contó cómo se había perdido y la familia decidió cuidarla y darle un hogar. Pasaron los días, y Rosita se adaptó a su nuevo hogar. Aprendió a buscar comida, hacer amigos y cuidar el bosque. Con el amor y la compañía de su nueva familia, Rosita se sintió muy feliz.

Un día, Rosita y su familia encontraron a otros animalitos perdidos en el bosque y decidieron ayudarlos, guiándolos de regreso a sus hogares. Rosita aprendió que, a pesar de las dificultades, siempre hay alguien dispuesto a ayudar.

Con el tiempo, el bosque se convirtió en un lugar lleno de amor y solidaridad. Rosita se dio cuenta de que, a pesar de todo, su pérdida la llevó a encontrar un lugar donde se sentía querida y feliz.

Y así, Rosita vivió feliz para siempre en su nuevo hogar, rodeada de amor y amistad.

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