La conejita Sully aprende a compartir



Había una vez en un hermoso bosque, una dulce conejita llamada Sully. Sully era muy feliz jugando con todos sus juguetes en su madriguera, pero tenía un problema: no le gustaba compartir sus juguetes con sus amigos.

La conejita Sully pensaba que si compartía sus juguetes, se quedaría sin ellos y no podría divertirse. Un día, sus amigos conejitos, Martín, Lola y Mateo, llegaron emocionados a la madriguera de Sully. "¡Hola Sully! ¿Quieres jugar con nosotros?", preguntó Martín.

"Lo siento, chicos, pero estos son mis juguetes y no quiero compartirlos", respondió Sully con tristeza. Los amigos de Sully se sintieron muy decepcionados, pero decidieron buscar una solución para ayudar a su amiga. Entonces, Martín tuvo una brillante idea.

"¡Ya sé! Vamos a organizar una feria de intercambio de juguetes! Cada uno llevará un juguete y podremos intercambiarlos para que todos podamos jugar con cosas nuevas", exclamó Martín emocionado.

Sully dudó al principio, pero finalmente aceptó participar en la feria de intercambio. El día de la feria, Sully llevó uno de sus juguetes favoritos y vio cómo sus amigos también llevaban los suyos.

Al intercambiar los juguetes, Sully descubrió lo divertido que era jugar con cosas nuevas y ver a sus amigos disfrutar con lo que ella les había dado. Desde ese día, la conejita Sully aprendió la importancia de compartir y se convirtió en la conejita más generosa y feliz del bosque.

Ahora, Sully comparte sus juguetes con alegría y todos los amigos conejitos se divierten juntos en la madriguera. Fin.

FIN.

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