La confianza de Mateo



Mateo era un niño muy curioso y aventurero, le encantaba descubrir cosas nuevas y divertidas. Pero había algo que lo hacía sentir muy incómodo, el videojuego de "El gato malvado".

Mateo había visto a sus amigos jugarlo muchas veces pero siempre se negaba a intentarlo él mismo porque sentía mucho miedo.

Un día, mientras caminaba por la calle con su amigo Tomás, éste le preguntó: "Oye Mateo ¿por qué nunca quieres jugar al videojuego del gato malvado? Es muy divertido". A lo que Mateo respondió: "No sé Tomás, me da mucho miedo ese gato malvado". Tomás le dijo: "¿Sabes qué? Yo también tenía miedo al principio pero después de practicar varias veces ya no me asustó más.

Podemos jugar juntos si quieres". Mateo pensó en la propuesta de su amigo y decidió darle una oportunidad al juego.

Al principio estaba nervioso e inseguro pero poco a poco fue aprendiendo cómo manejar los controles y se sintió más confiado. Sin embargo, cuando llegaron al nivel 3 del juego, apareció el temido Gato Malvado. Mateo se asustó muchísimo y quiso dejar el juego ahí mismo.

Pero Tomás lo animó diciéndole: "Vamos Mateo tú puedes hacerlo, sólo tienes que concentrarte en tus habilidades y olvidarte del miedo". Mateo respiró hondo y siguiendo los consejos de su amigo logró superar el nivel con éxito.

Desde ese momento empezó a disfrutar del videojuego sin ningún tipo de temor. Pero un día ocurrió algo inesperado, Tomás se mudó a otra ciudad y Mateo se sintió muy triste. Sin su amigo, el videojuego ya no era lo mismo.

Además, había un nuevo nivel que no podía superar por sí solo. Mateo recordó las palabras de Tomás: "Concéntrate en tus habilidades y olvídate del miedo". Así que decidió practicar mucho para poder superar ese nivel y sentirse orgulloso de sí mismo.

Después de varios días de práctica intensa, finalmente logró superarlo. Y aunque extrañaba a su amigo Tomás, sabía que él siempre estaría con él en su corazón.

Desde entonces, Mateo aprendió una gran lección: nunca hay que dejar que el miedo nos detenga para alcanzar nuestras metas. Siempre podemos vencer nuestros temores si nos concentramos en nuestras habilidades y tenemos confianza en nosotros mismos.

FIN.

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