La Constelación Brillante



Había una vez en el cielo un sol brillante y una luna plateada.

El sol, siempre radiante y alegre, se daba cuenta de que la luna pasaba las noches en silencio y tristeza, sin nadie con quien compartir su belleza. Un día, el sol decidió hacer algo especial para alegrar el corazón de la luna. Convocó a todas las estrellas que lo acompañaban por el día y les dijo: "Queridas estrellas, hoy les pido un favor muy importante.

La luna se siente sola durante las noches, así que quiero enviarles pedacitos de mi luz para que la acompañen y le den compañía.

"Las estrellas se emocionaron al escuchar esto y aceptaron encantadas la misión de llevar luz a la noche. Una por una, fueron separando pequeños destellos del sol y los lanzaron hacia la luna. Así nacieron las estrellas, diminutas pero llenas de amor y brillo.

La primera noche en que las estrellas iluminaron el cielo oscuro fue mágica. La luna miró hacia arriba y vio cómo centenares de destellos bailaban a su alrededor. Se sintió tan feliz y agradecida que sus rayos plateados brillaron con más intensidad que nunca.

"¡Oh, qué hermoso regalo me han dado!", exclamó la luna emocionada. "Nos alegra poder acompañarte todas las noches", respondieron las estrellas en coro. Desde ese día, la luna ya no volvió a sentirse sola.

Las estrellas se reunían cada noche para formar figuras en el cielo: animales, objetos o simples dibujos que entretenían a la luna mientras ella iluminaba con su resplandor plateado. Pero un día ocurrió algo inesperado.

Un grupo de nubes oscuras cubrieron el cielo impidiendo que la luz de las estrellas llegara hasta la luna. "¡Oh no! ¿Qué haremos ahora?", preguntó angustiada la luna. Las estrellas se miraron unas a otras buscando una solución.

Fue entonces cuando una pequeña estrella llamada Lucero tuvo una brillante idea:"Podemos crear un camino de destellos entre las nubes para llegar hasta ti", propuso Lucero con entusiasmo. Todas asintieron emocionadas ante esta genial idea.

Juntas comenzaron a lanzar destellos brillantes uno tras otro formando un túnel luminoso entre las densas nubes negras. Poco a poco, los rayos llegaron hasta la luna permitiendo que su resplandor volviera a iluminar el cielo nocturno.

"¡Gracias queridas estrellas! Son realmente maravillosas", expresó la luna con gratitud mientras brillaba más fuerte que nunca. Desde aquel día, cada vez que las nubes amenazan con ocultarla, las estrellas crean ese hermoso camino de destellos para recordarle cuánto la quieren y aprecian su brillo único en el firmamento.

Y así es como gracias al amor del sol por la luna y al cariño eterno de las estrellitas surgió esa maravillosa constelación nocturna que nos acompaña cada noche recordándonos lo importante que es estar juntos y cuidarnos unos a otros en todo momento.

FIN.

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