La corona del rey
Había una vez, en un lejano reino, el rey Carlos III estaba pasando por un momento difícil porque había perdido su corona. Sin ella, no podía liderar su país y su gente estaba preocupada.
Pero un día, llegó a Londres un grupo de estudiantes de sexto grado desde España en un viaje escolar. Los estudiantes se llamaban Martín, Sofía, Juanita, Lucas, Valentina y Pedro. Eran muy inteligentes y curiosos, siempre buscando aventuras emocionantes.
Cuando escucharon sobre la desaparición de la corona del rey Charles III, decidieron ayudarlo. "¡Chicos! Tenemos que encontrar la corona del rey para salvar nuestro viaje escolar", exclamó Martín con entusiasmo. "¡Sí! ¡Será como una verdadera misión secreta!", agregó Sofía emocionada.
El grupo se dirigió al castillo real y comenzaron a buscar pistas por todas partes. Mientras exploraban las habitaciones del castillo, descubrieron una puerta secreta detrás de un retrato antiguo.
"¡Miren esto! Creo que hemos encontrado algo importante", dijo Lucas mientras señalaba la puerta secreta. Con valentía y cautela abrieron la puerta y encontraron una sala llena de tesoros antiguos. En el centro de la sala brillaba intensamente la corona del rey Carlos III.
"¡La encontramos!", exclamaron todos los estudiantes emocionados al mismo tiempo. Pero justo cuando iban a tomarla, apareció el malvado vizconde Víctor intentando detenerlos. "Así que ustedes son los intrusos que han encontrado mi escondite secreto", dijo el vizconde con una sonrisa malvada.
Los estudiantes se miraron unos a otros y sabían que debían encontrar una manera de distraer al vizconde para poder escapar con la corona. Valentina, quien era muy astuta, tuvo una idea brillante.
"Señor Vizconde, ¿le gustaría escuchar un chiste?", preguntó Valentina con una sonrisa inocente. El vizconde, intrigado por el desafío, asintió con la cabeza. Los estudiantes comenzaron a contar chistes uno tras otro mientras se acercaban sigilosamente a la corona.
El vizconde estaba tan ocupado riendo que no se dio cuenta de lo que estaban haciendo. Finalmente, los estudiantes lograron agarrar la corona y escapar de la sala secreta antes de que el vizconde pudiera atraparlos.
Corrieron rápidamente hacia el rey Carlos III para devolverle su preciada corona. El rey estaba asombrado y agradecido cuando vio a los valientes estudiantes regresar con su corona perdida. "¡Muchas gracias! Gracias a ustedes puedo liderar nuevamente mi país", dijo el rey Carlos III emocionado.
En reconocimiento a su valentía y determinación, el rey invitó a los estudiantes al palacio real para celebrar juntos. Les enseñó sobre la historia del país y les contó historias inspiradoras de grandes líderes del pasado.
Desde ese día en adelante, los estudiantes siempre recordaron esa aventura como un momento especial en sus vidas. Aprendieron que incluso siendo jóvenes podían hacer cosas increíbles si trabajaban juntos y nunca dejaban de creer en sí mismos.
Y así, el rey Carlos III gobernó su país con sabiduría y los estudiantes regresaron a España con corazones llenos de orgullo y amistad.
FIN.