La Cotorra Puertorriqueña en Busca de un Nuevo Hogar



En una hermosa mañana, Coty, una cotorra puertorriqueña de plumaje brillante, decidió que era hora de buscar un nuevo hogar. Después de vivir en una colorida selva, Coty sentía que algo faltaba en su vida.

"- Quiero volar más allá de esta selva y encontrar un lugar donde pueda hacer nuevos amigos!" - pensó Coty, aleteando con emoción.

Al despegar, Coty se sintió ligera y feliz. Voló sobre montañas y ríos, mientras el viento movía sus plumas. Pero, justo cuando llegó a un paisaje nuevo, se encontró con un grupo de pájaros, todos charlando entre ellos.

"- Hola, soy Coty. ¿Puedo unirme a ustedes?" - preguntó.

"- Claro que sí, Coty, ¡bienvenida!" - respondió un loro de grandes plumas verdes, llamado Tito. "Pero ten cuidado, hay un lugar donde no deberías ir. Dicen que hay un gato muy travieso que atrapa pájaros curiosos como tú."

"- Gracias, Tito! Estoy aquí para explorar, pero también seré cautelosa", - prometió Coty.

Mientras el grupo volaba a través de un brillante paisaje de flores y árboles frutales, Coty empezó a compartir historias de su hogar en Puerto Rico.

"- En mi isla, las cocoteras tienen el mejor agua de todo el Caribe!" - exclamó Coty, con una sonrisa amplia.

Sin embargo, al poco tiempo, su curiosidad la llevó más lejos de lo que había planeado.

"- Voy a ver ese bosque allá!" - dijo Coty, ignorando la advertencia de Tito.

Cuando Coty llegó al bosque, se dio cuenta de que era mucho más oscuro y silencioso de lo que había imaginado. De repente, un gran gato con ojos amarillos apareció entre los arbustos.

"- ¡Mmm, qué rica cotorra!" - dijo el gato, con una voz arrulladora.

Coty voló rápidamente, pero se dio cuenta de que el gato la seguía. "- ¡Ay! ¡Qué miedo! ¿Qué haré?" - pensó Coty, buscando un lugar donde esconderse.

Justo cuando el gato estaba a punto de atraparla, encontró un agujero en una gran roca. Se metió rápidamente y se quedó quieta. Desde su escondite, escuchó al gato murmurando.

"- Debo ser más cuidadoso. A veces, me emociono demasiado con estos juegos." - dijo el gato, y se alejó buscando otra presa.

Cuando Coty se sintió segura, salió de su escondite. "- ¡Yahoo! Lo logré!" - gritó emocionada. Pero sabía que ya era hora de volver con sus nuevos amigos.

Regresó donde estaban Tito y los demás.

"- Coty, te veías preocupada. ¡Nosotros te buscábamos!" - dijo Tito al verla.

"- No sabía que había un gato peligroso... gracias por la advertencia, Tito. Ya no me iré tan lejos sin avisar" - respondió Coty, con una sonrisa aliviada.

Los pájaros decidieron organizar un día divertido en el bosque, pero todos juntos. "- ¡Es mucho más seguro así!" - señaló una alegre canaria llamada Sara.

En el bosque, Coty se dio cuenta de que hacer nuevos amigos era maravilloso. Aprendió que debía ser cautelosa, pero también que unirse a los demás podría hacerla más valiente.

Los días pasaron llenos de juegos, risas y aventuras. Pronto, Coty se sintió como en casa.

"- Este lugar es perfecto, lleno de amistad y cariño. Es aquí donde quiero quedarme!" - dijo Coty un día, rodeada de todos sus amigos.

Así fue como Coty la cotorra puertorriqueña encontró su nuevo hogar, lleno de nuevas aventuras y lecciones, donde la amistad siempre estaría en el centro.

Y todos los días, al atardecer, Coty miraba hacia el horizonte, agradecida por haberse atrevido a volar lejos, descubriendo un mundo lleno de posibilidades.

FIN.

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