La cueva de la amistad



Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, una niña llamada Lola. Lola era una niña alegre y curiosa que siempre estaba dispuesta a explorar nuevos lugares.

Un día, mientras jugaba en el bosque cercano, se adentró en una cueva misteriosa que nunca antes había visto. Al principio, todo parecía normal, pero a medida que avanzaba más y más profundo en la cueva, comenzó a sentir una extraña sensación de tristeza y ansiedad.

Se detuvo un momento y pensó en volver atrás, pero algo dentro de ella le decía que debía seguir adelante. De repente, en la oscuridad de la cueva, apareció un monstruo enorme con ojos brillantes y dientes afilados.

La desesperación se apoderó de Lola, pero recordó las palabras de su abuela: "En los momentos difíciles es cuando más fuerte debes ser". El monstruo se acercó lentamente a ella, gruñendo amenazadoramente.

Lola cerró los ojos con fuerza y respiró hondo. Cuando los volvió a abrir, vio que el monstruo no era tan feroz como parecía. De hecho, tenía una mirada triste y solitaria. "¿Quién eres?" -preguntó Lola con valentía.

El monstruo suspiró y dijo: "Soy la Desesperación. Vivo aquí desde hace mucho tiempo porque la gente me teme y me evita.

"Lola sintió compasión por el monstruo y decidió hablarle amablemente: "¿Por qué haces sentir así a las personas?"La Desesperación miró sorprendida a Lola y respondió: "No lo sé... Supongo que es mi forma de protegerme del rechazo. "Lola sonrió comprensiva y extendió su mano hacia la Desesperación: "No tienes por qué estar sola. Puedo ser tu amiga si quieres.

"La Desesperación dudó un momento, pero finalmente aceptó la mano de Lola. En ese instante, algo mágico sucedió: la cueva se iluminó con una luz cálida y reconfortante.

De repente, otra figura emergió de las sombras: era una mujer anciana con ojos llenos de sabiduría. "¡Bravo!" -exclamó la mujer-. "Has logrado lo que muchos no pueden hacer: enfrentar tus miedos y convertirlos en amigos.

"Lola sonrió orgullosa y mirando a la Desesperación le dijo: "Juntos podemos encontrar maneras positivas de ayudar a las personas cuando sientan tristeza o ansiedad. "Y así fue como Lola enseñó al pueblo entero que enfrentar nuestros miedos puede llevarnos por caminos inesperados pero maravillosos.

Desde aquel día, la cueva dejó de ser un lugar oscuro para convertirse en un espacio donde florecían nuevas amistades basadas en el amor y la comprensión mutua.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!