La cueva de la medusa


Había una vez un pequeño cachalote llamado Alegría que vivía en el fondo del mar. Un día, mientras nadaba por las aguas cristalinas, se encontró con su amigo Sol. - ¡Hola Sol! ¿Qué haces aquí? -preguntó Alegría emocionado.

- Vine a pasear y disfrutar de la vista del océano -respondió Sol-. ¿Quieres venir conmigo? Alegría asintió con entusiasmo y juntos comenzaron a caminar por el fondo del mar.

De repente, se toparon con un pulpo muy gruñón que les bloqueaba el camino. - ¡No pueden pasar aquí! -exclamó el pulpo. - Pero solo queremos dar un paseo tranquilo -respondió Sol pacíficamente.

El pulpo no parecía dispuesto a ceder, pero entonces apareció Mar, una tortuga sabia y amable que siempre estaba dispuesta a ayudar a sus amigos. - ¿Qué está pasando aquí? -preguntó Mar acercándose al grupo. - Este pulpo no nos deja pasar para continuar nuestro paseo -explicó Alegría tristemente.

Mar meditó por un momento y luego dijo:- Creo que puedo ayudarlos. Si me permiten hablar con el pulpo, quizás pueda convencerlo de dejarles pasar sin problemas.

Así fue como Mar habló con el pulpo gruñón y finalmente logró persuadirlo de que dejaran pasar a los amigos sin ningún inconveniente. Agradecidos, Sol y Alegría continuaron su caminata hasta llegar a una cueva misteriosa donde escucharon unos extraños ruidos. - ¿Qué es eso? -preguntó Alegría nervioso.

- No lo sé, pero creo que deberíamos investigar -respondió Sol aventurero. Juntos se adentraron en la cueva y descubrieron que los ruidos provenían de un grupo de pequeños peces asustados por una medusa gigante que los amenazaba.

Sin pensarlo dos veces, Sol y Alegría se pusieron manos a la obra para proteger a sus amigos peces del peligro. Con valentía y astucia, lograron distraer a la medusa hasta llevarla lejos de la cueva. Los peces estaban muy agradecidos con ellos y les prometieron ser amigos para siempre.

De regreso en el mar abierto, Sol y Alegría se despidieron felices después de haber vivido una gran aventura juntos.

Aprendieron que no importa cuán grande o pequeño sea el problema, siempre pueden contar con sus amigos para superarlo juntos.

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