La cueva de los encantamientos



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivían Nahia y su hermano Ian. Un día, mientras paseaban por el bosque cercano a su casa, Nahia y Ian descubrieron una cueva misteriosa.

Sin pensarlo dos veces, decidieron entrar para explorar. Dentro de la cueva, encontraron un mundo totalmente diferente al que conocían. Todo parecía estar cubierto por una extraña neblina morada que les daba escalofríos.

De repente, Ian comenzó a transformarse en un langostino gigante frente a los ojos sorprendidos de Nahia. - ¡Ian, ¿qué te ha pasado? ! -exclamó Nahia con preocupación. - No lo sé, ¡ayúdame! -respondió Ian entre asustado y confundido.

De repente, el langostino se convirtió en una mariposa multicolor que revoloteaba alegremente por la cueva. Nahia decidió seguir a la mariposa hasta llegar ante una imponente bruja con sombrero puntiagudo y larga capa negra que reía malévolamente.

- Soy la Bruja Malvina, bienvenidos a mi mundo -dijo la bruja con voz siniestra-. ¿Qué desean? Nahia miró fijamente a los ojos de Malvina y sin titubear respondió: "Quiero que mi hermano vuelva a ser humano".

La bruja soltó una carcajada burlona y dijo: "Para eso deberás superar tres pruebas en este mundo encantado". Nahia aceptó el desafío sin dudarlo. La primera prueba consistía en encontrar un tarro de pan mágico escondido en lo más profundo del bosque encantado. Armada solo con su valentía y determinación, Nahia emprendió la búsqueda.

Después de sortear obstáculos como árboles parlantes y ríos llenos de gelatina violeta, finalmente encontró el tarro de pan mágico brillando bajo la luz de la luna llena.

Lo guardó con cuidado en su mochila y regresó triunfante ante la Bruja Malvina. - Has superado la primera prueba con éxito -dijo Malvina impresionada-. Ahora enfrentarás tu segunda prueba: cruzar el puente arcoíris sin caer al abismo del olvido.

Nahia avanzó con paso firme sobre el puente arcoíris mientras este se movía peligrosamente debajo de sus pies. Con concentración y equilibrio logró llegar al otro lado sana y salva. Por último, Malvina propuso la tercera prueba: resolver un acertijo milenario para liberar a Ian de su hechizo animal.

Concentrando toda su inteligencia e ingenio, Nahia logró descifrar el acertijo justo antes de que se agotara el tiempo límite. La Bruja Malvina no pudo contener su sorpresa al ver cómo Nahia había superado todas las pruebas exitosamente.

Con un gesto inesperadamente amable, levantó su vara mágica y liberó a Ian de su hechizo transformándolo nuevamente en humano. - Has demostrado ser valiente, astuta e increíblemente determinada -dijo Malvina-. Te has ganado mi respeto y admiración.

Nahia abrazó emocionada a Ian ahora recuperado mientras ambos veían desaparecer lentamente el mundo encantado creado por la bruja.

Regresaron sanos y salvos al pueblo Villa Esperanza donde compartieron esta increíble aventura con todos sus amigos quienes escuchaban atentos maravillados por lo ocurrido.

Desde ese día, Nahia entendió que no hay desafío imposible si se enfrenta con coraje y determinación; aprendiendo también que nunca se debe juzgar por las apariencias ya que incluso alguien tan temible como una bruja puede tener un corazón bondadoso cuando menos lo esperas.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!