La danza de Arelis en Laguna Prieta
Había una vez, en la comunidad de Laguna Prieta, en la República Dominicana, una estudiante llamada Arelis Ramírez. Arelis era una niña muy alegre y activa, a la que le encantaba aprender cosas nuevas.
Pero lo que más le gustaba en el mundo era la danza popular. En la escuela, cuando se impartía el tema de Danza Popular, Arelis siempre estaba activa en la clase.
Bailaba con tanta gracia y alegría que todos sus compañeros se quedaban admirados. La profesora de danza, la señorita Marta, notó el talento especial de Arelis y decidió ayudarla a desarrollarlo aún más.
Un día, la señorita Marta anunció que habría un concurso de baile en la comunidad y que todos los niños estaban invitados a participar. Arelis estaba emocionada ante la idea de poder mostrar su talento en público. Durante las semanas previas al concurso, Arelis practicó sin descanso.
Bailaba en su casa, en el patio de la escuela e incluso frente al espejo de su habitación. Estaba decidida a dar lo mejor de sí misma en el escenario. Finalmente llegó el día del concurso.
El lugar estaba lleno de gente emocionada por ver a los jóvenes talentos locales demostrar sus habilidades. Cuando llegó el turno de Arelis, subió al escenario con una sonrisa radiante y comenzó a bailar al ritmo de la música.
-¡Wow! ¡Miren cómo baila Arelis! -exclamaron algunos espectadores impresionados por su destreza. A medida que avanzaba la canción, Arelis deslumbraba con sus movimientos fluidos y elegantes. Su pasión por la danza se reflejaba en cada paso que daba sobre el escenario.
Al finalizar su presentación, el público estalló en aplausos y ovaciones. La señorita Marta se acercó a ella con una gran sonrisa y le dijo:-¡Eres increíble, Arelis! Has demostrado un talento excepcional y has inspirado a todos los presentes con tu pasión por la danza.
A partir de ese día, Arelis se convirtió en un ejemplo para muchos niños de Laguna Prieta que soñaban con seguir sus pasos en el mundo del baile.
Su dedicación y entusiasmo demostraron que con esfuerzo y perseverancia se pueden alcanzar grandes logros. Y así, entre aplausos y sonrisas, Arelis siguió bailando felizmente hacia un futuro lleno de oportunidades para compartir su amor por la danza popular con el mundo entero.
FIN.