La danza de la amistad

Julia era una niña muy alegre y divertida que le encantaba bailar. Un día, mientras caminaba por el parque, se encontró con Merlina, la hija de los Locos Addams.

Al principio Julia estaba un poco asustada, pero rápidamente se dio cuenta de que Merlina era una niña como ella y que además le encantaba bailar. "Hola Merlina, ¿quieres bailar conmigo?"-preguntó Julia emocionada. "¡Sí! Me encanta bailar"-respondió Merlina.

Así comenzaron a bailar juntas al ritmo de una música alegre que venía del parque cercano. Las dos niñas movían sus cuerpos al compás de la música y hacían piruetas impresionantes. De repente, un grupo de niños se acercó para verlas bailar.

"¡Wow! ¡Miren cómo bailan esas dos!"-exclamó uno de los niños admirado. Julia y Merlina se sintieron muy felices al escuchar esos comentarios.

Pero luego uno de los niños dijo algo que las hizo sentir mal:"¿Por qué estás bailando con esa chica tan rara? Ella es diferente. "Julia no sabía qué decir ante ese comentario desagradable. Pero entonces recordó algo importante: todos somos diferentes en algún aspecto y eso no nos hace menos valiosos o especiales.

"Merlina puede ser diferente a nosotros, pero eso no significa que sea mala persona o menos importante"-dijo Julia firme-. "Todos somos diferentes en alguna forma u otra". Los niños reflexionaron sobre lo que había dicho Julia y se dieron cuenta de su error.

Se disculparon con Merlina y la invitaron a seguir bailando con ellas. "¡Gracias Julia! Gracias por defenderme"-dijo Merlina emocionada. Así, las tres niñas siguieron bailando juntas y disfrutaron de una tarde llena de música, risas y amistad.

Julia aprendió que no importa cuán diferentes podamos ser, siempre es importante aceptar a los demás tal como son y valorar sus cualidades únicas.