La danza de la felicidad


En un pequeño pueblo llamado "Bailarina Feliz", vivía una talentosa bailarina llamada Sofía. Sofía era conocida por sus elegantes movimientos y su gracia en el escenario.

Además, tenía un novio muy especial llamado Juan, quien siempre la sorprendía con hermosas rosas rojas después de cada función. Sin embargo, en ese mismo pueblo vivía también una amiga de Sofía llamada Marta, quien sentía envidia de la relación de Sofía y Juan.

Marta siempre había estado enamorada de Juan, pero él solo tenía ojos para Sofía. Un día, después de una presentación espectacular en el teatro del pueblo, Juan esperaba a Sofía con un ramo de rosas rojas en la mano.

Al verlo, Marta se acercó sigilosamente y le dijo:-¡Hola Juan! ¿Por qué no me regalas esas hermosas rosas a mí en lugar de dárselas siempre a Sofía? Juan sonrió amablemente y respondió: -Lo siento Marta, estas rosas son solo para mi bailarina favorita, Sofía.

Marta sintió un nudo en la garganta y decidió idear un plan para separar a Juan y a Sofía. Mientras tanto, en casa de Sofía, su mamá observaba con desaprobación la relación entre su hija y Juan.

-¡Sofía! Ese chico no es bueno para ti. Deberías concentrarte en tu carrera como bailarina y olvidarte de las distracciones amorosas -dijo su mamá con tono serio. Sofia bajó la mirada entristecida al escuchar las palabras de su madre.

No entendía por qué no podían aceptar su relación con Juan. Esa noche no pudo dormir pensando en todo lo que estaba pasando. Al día siguiente, Juan decidió hablar con la mamá de Sofia para aclarar las cosas.

Golpeó tímidamente la puerta y fue recibido por ella con gesto serio. -Disculpe señora -comenzó nervioso- sé que nuestra relación puede parecer apresurada, pero quiero que sepa que amo sinceramente a su hija Sofia y haré todo lo posible para hacerla feliz.

La mamá de Sofia quedó sorprendida por la sinceridad y determinación de Juan. Poco a poco fue comprendiendo que él realmente se preocupaba por Sofia y que merecían tener una oportunidad juntos.

Finalmente, tras una larga conversación llena de emociones encontradas, la mamá dio su bendición para que Sofia continuara su relación con Juan. Al enterarse de esto, Sofia saltó emocionada dando vueltas por toda la casa mientras abrazaba a Juan fuertemente.

Desde ese día en adelante, Marta dejó atrás sus sentimientos negativos y aprendió a valorar la verdadera amistad. Y así, Sofia siguió bailando felizmente junto a su amado Juan mientras construían juntos un futuro lleno de amor y armonía.

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