La Danza de la Luna Llena en el Amazonas
Había una vez en el corazón del Amazonas, un misterioso fenómeno que ocurría en las noches de luna llena.
En esos mágicos momentos, los animales del río salían de sus aguas para reunirse en la orilla y bailar alrededor de una gran fogata. La luz de la luna llena iluminaba su danza, creando destellos en el agua y llenando el bosque con una energía mística.
- ¡Qué noche tan hermosa! - exclamaba el sabio caimán al ver la luna llena brillando en el cielo. - Sí, es la noche en la que todos nos reunimos para agradecer a la madre naturaleza - respondía la majestuosa anaconda. - ¿Por qué bailan en esta noche? - preguntó el curioso mono aullador.
- Es un tributo a la luna y a la fuente de vida que es el río. Es nuestra manera de recordar la importancia de cuidar nuestro hogar - explicó el sabio caimán.
La danza continuaba durante toda la noche, con cada criatura moviéndose al ritmo de la naturaleza. En la madrugada, cuando los primeros rayos del sol comenzaban a iluminar el cielo, los animales retornaban al agua, reflejando gratitud por las maravillas que el Amazonas les brindaba.
Los siguientes días, los animales se esforzaban por proteger su hábitat, conscientes de la importancia de preservar la belleza del río y del bosque.
A medida que las lunas llenas pasaban, la danza se volvía un recordatorio constante de la responsabilidad de cuidar y respetar la naturaleza. Y así, generación tras generación, los animales del Amazonas mantenían viva la tradición de la Danza de la Luna Llena, inspirando a todos a ser guardianes de la tierra que les daba vida.
FIN.