La decisión de Jenifer
Había una vez una niña llamada Jenifer, que desde pequeña tenía un gran talento para el fútbol. Jugaba en el equipo de su barrio y siempre destacaba por su habilidad con el balón.
Todos los fines de semana se ponía su camiseta favorita y corría al campo de juego, donde se sentía libre y feliz. Un día, mientras Jenifer jugaba un partido importante, llegó un hombre misterioso que la observaba desde la tribuna.
Al finalizar el encuentro, se acercó a ella y le dijo:"¡Eres increíble en la cancha! Tengo un equipo profesional en otro país y me encantaría que te unas a nosotros. "Jenifer no podía creerlo.
¡Le estaban ofreciendo la oportunidad de jugar al fútbol a nivel profesional en otro país! Pero pronto esa emoción se vio opacada por una preocupación: ¿qué pasaría con sus estudios? Al día siguiente, Jenifer fue al colegio pensativa.
Habló con su maestra y le contó sobre la oferta que había recibido. La maestra la escuchó atentamente y le dijo:"Jenifer, tienes un talento especial para el fútbol, pero también es importante que continúes con tus estudios.
¿Has pensado en buscar un equilibrio entre ambas cosas?"Jenifer reflexionó sobre las palabras de su maestra y decidió hablar con sus padres. Ellos le dijeron que apoyarían cualquier decisión que tomara, pero también le recordaron lo importante que era educarse.
Con todas esas ideas dando vueltas en su cabeza, Jenifer decidió aceptar la oferta del equipo extranjero, pero puso una condición: seguir estudiando a distancia para no descuidar sus responsabilidades académicas. Así fue como Jenifer comenzó una nueva etapa en su vida.
Viajaba por diferentes países jugando al fútbol, mientras dedicaba parte de su tiempo a estudiar y hacer las tareas escolares. No era fácil, pero ella estaba decidida a demostrar que podía cumplir sus sueños sin dejar de lado su educación.
Con el tiempo, Jenifer se convirtió en una futbolista reconocida a nivel internacional. Sus compañeros de equipo admiraban su dedicación tanto dentro como fuera del campo. Y lo más importante: ella había encontrado ese equilibrio entre seguir sus pasiones y formarse intelectualmente.
Al final del día, Jenifer entendió que no tenía que elegir entre el fútbol o los estudios; podía tener ambas cosas si sabía organizarse y ponerle empeño a todo lo que se proponía.
Y así siguió adelante, inspirando a otros niños y niñas a perseguir sus sueños sin olvidar nunca la importancia del conocimiento y la educación.
FIN.