La defensa del castillo mágico
Había una vez, en el colegio Eduardo Lucena, una maestra llamada Lali. Ella era muy especial, tenía mucha paciencia y un amor inmenso por sus pequeños alumnos de 4 años.
Siempre buscaba la manera de enseñarles cosas nuevas y emocionantes. Un día, mientras Lali les contaba a los niños sobre los castillos, uno de ellos, llamado Benja, levantó la mano emocionado. "¡Maestra Lali! ¡Yo quiero ser un príncipe y vivir en un castillo!", exclamó Benja con entusiasmo.
Lali sonrió y le respondió: "Claro que sí, Benja. En los castillos viven muchas personas importantes como reyes y reinas. Pero también hay valientes caballeros y hermosas princesas".
Los ojitos de todos los niños se iluminaron al escuchar eso. Desde ese momento, la clase se convirtió en un mundo mágico donde cada uno tenía su propio papel en el castillo.
Todos los días aprendían algo nuevo sobre los castillos: cómo eran construidos, las diferentes partes que tenían y hasta qué comían las personas que vivían allí. Un día, mientras jugaban en el patio del colegio imaginando ser caballeros valientes defendiendo su castillo de dragones malvados, algo inesperado sucedió. De repente, apareció una carta voladora frente a ellos.
Todos quedaron asombrados al verla flotar en el aire.
Con mucho cuidado, Lali tomó la carta y comenzó a leerla en voz alta:"Queridos niños del colegio Eduardo Lucena, Soy el mago Merlín y he oído hablar de lo valientes y sabios que son. Necesito su ayuda para proteger el castillo encantado de la malvada bruja Morgana.
¿Aceptarían esta misión y se convertirían en verdaderos héroes?"Los niños saltaron de emoción y comenzaron a gritar: "¡Sí, sí, queremos ayudar al mago Merlín!". Lali les dijo: "Muy bien, mis pequeños héroes. Nos embarcaremos en esta aventura juntos". Sin perder tiempo, Lali preparó una mochila llena de provisiones y mapas del camino hacia el castillo encantado.
Así comenzó la emocionante travesía de los niños del colegio Eduardo Lucena. Caminaron por bosques oscuros, cruzaron puentes colgantes y superaron obstáculos con valentía. Finalmente, llegaron al castillo encantado donde los esperaba el mago Merlín.
Él les dio una última instrucción antes de enfrentarse a la bruja Morgana. "Recuerden que la fuerza más poderosa es el amor", dijo el mago mientras les entregaba varitas mágicas. Los niños entraron al castillo llenos de coraje e ilusión.
Enfrentaron pruebas difíciles pero siempre trabajando juntos como un equipo. Cuando finalmente encontraron a la bruja Morgana, ella intentó asustarlos con sus hechizos oscuros.
Pero los pequeños héroes no se rindieron y utilizaron sus varitas mágicas para lanzar un poderoso conjuro basado en el amor y la amistad. La bruja Morgana fue derrotada y transformada en una simpática rana. Los niños del colegio Eduardo Lucena habían logrado salvar el castillo encantado.
El mago Merlín felicitó a los pequeños héroes y les dijo: "Ustedes han demostrado que con coraje, sabiduría y amor, pueden superar cualquier desafío". De regreso en el colegio, Lali les recordó a sus alumnos la importancia de creer en sí mismos y nunca dejar de soñar.
Cada uno recibió un diploma de valentía por su gran labor como héroes del castillo encantado.
Desde aquel día, cada vez que los niños veían un dibujo o escuchaban una historia sobre castillos, recordaban la increíble aventura que vivieron y cómo aprendieron a ser valientes y amarse unos a otros.
Y así, gracias a la maestra Lali y su amor incondicional por enseñarles sobre los castillos, los niños del colegio Eduardo Lucena se convirtieron en verdaderos héroes capaces de enfrentar cualquier desafío que se les presentara.
FIN.