La Defensa del Colegio Sorpresa



En un pequeño pueblo llamado Loma Verde, rodeado de montañas y ríos cristalinos, había un colegio rural donde los niños aprendían, se reían y soñaban. El sol siempre brillaba allí, y las risas de los alumnos resonaban como música en el aire. Sin embargo, todo estaba a punto de cambiar.

Una mañana, mientras los chicos jugaban en el patio, llegó la noticia más temida: "¡El alcalde ha decidido cerrar la escuela!"- gritó Marta, la mejor amiga de Juanito.

Los rostros de los chicos se tornaron serios. "¿Cerrar la escuela? Pero, ¿por qué?"- preguntó Juanito, con los ojos llenos de preocupación.

"Dicen que no hay suficientes fondos y que los recursos pueden usarse en otras cosas"- respondió la maestra Clara, que siempre estaba dispuesta a escuchar a sus alumnos. "Pero eso no significa que debamos quedarnos de brazos cruzados. ¡Necesitamos luchar por nuestro colegio!"-

Los maestros se reunieron en el aula. La maestra Clara, junto con el profe Pablo, propusieron un plan. "Vamos a organizar una feria en el pueblo, con juegos, shows y una exhibición de talentos de nuestros alumnos. Así, la comunidad podrá ver lo importante que es la escuela para todos nosotros"- sugirió el profe Pablo.

"¡Sí!"- gritaron los chicos animados. "Podemos mostrar lo que aprendemos y lo mucho que queremos a nuestro colegio!"-

Los días siguientes fueron de intensa preparación. Todos los estudiantes se pusieron creativos. Las pequeñas manos hacían carteles coloridos para la feria, ensayaban canciones, y preparaban bocadillos deliciosos para vender. La noticia se esparció, y pronto todo el pueblo estaba hablando de la gran feria del colegio.

"Este pueblo necesita saber que nuestra escuela es importante", -dijo Juanito mientras pintaba un cartel que decía: "¡SOS! ¡Defendamos nuestro colegio!"-

Finalmente, llegó el día de la feria. El sol brillaba más que nunca, y el aire estaba lleno del aroma de las delicias preparadas por las mamás y papás. La comunidad se reunió, y todos eran parte del esfuerzo. Había juegos, música y, sobre todo, muchas sonrisas.

"¡Miren! El profe Pablo va a mostrar lo que los chicos aprendieron en la clase de arte!"- exclamó Marta, emocionada.

Los alumnos se turnaron para mostrar su talento. Algunos recitaron poemas, otros mostraron obras de teatro, e incluso hubo un grupo que realizó una danza folclórica. La gente aplaudía con entusiasmo. ¡Era un espectáculo maravilloso!

Todo iba muy bien. Pero de repente, un grupo de personas llegó a la feria. Eran el alcalde y sus dos amigos, que querían ver qué estaba ocurriendo.

"¿Qué es todo esto?"- preguntó el alcalde, frunciendo el ceño. "No tienen la aprobación para hacer esta reunión. ¡Cierra la escuela!"-

Los maestros y los alumnos se agruparon en torno a la feria, llenos de valentía.

"¡No!"- gritó la maestra Clara. "Esta escuela no es solo un edificio, es donde creamos sueños y amistades. Por favor, escuchen lo que nuestros alumnos tienen para decir"-

Con el corazón palpitante, Juanito se acercó al alcalde. "Señor alcalde, esta escuela es donde aprendemos a ser personas y a cuidar nuestro pueblo. Si se cierra, perderemos nuestro lugar especial"-

El alcalde, sorprendido por la valentía de los chicos, escuchó el murmullo de los habitantes del pueblo apoyando a los alumnos. Poco a poco, una sonrisa fue asomando en su rostro.

"Bueno, veo que este colegio tiene el apoyo de toda la comunidad. Quizás deberíamos reconsiderar..."- dijo el alcalde, rascándose la cabeza.

Fue entonces que los habitantes comenzaron a compartir historias sobre cómo la escuela había impactado sus vidas. Al final de la feria, el alcalde se acercó nuevamente.

"Felicitaciones. He tomado una decisión. La escuela no se cerrará. En su lugar, trabajaremos juntos para conseguir más recursos y asegurar que siempre sea un lugar para aprender y crecer"- anunció con una gran sonrisa.

Los gritos de alegría estallaron entre los alumnos y maestros. "¡Hurra por el colegio!"- gritaban todos.

Así, Loma Verde continuó siendo un lugar lleno de risas, conocimientos y esperanzas. La comunidad aprendió que unida, podía enfrentar cualquier desafío, y que la educación siempre debe ser un valor que se preserve. Nunca dejaron de recordar que el sueño de un pueblo se forja en sus escuelas.

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FIN.

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