La directiva de los sueños
Había una vez una escuela llamada "Escuela de los Sueños", donde todos los niños y niñas aprendían y se divertían juntos.
En esta escuela, cada año se elegía a un grupo de estudiantes para formar la directiva escolar, encargada de tomar decisiones importantes. Un año, en primer grado, había un grupo de amigos muy especiales: Pedro, Sofía, Martín y Lucía. Les encantaba ayudar a sus compañeros y siempre estaban dispuestos a hacer el bien.
Un día, mientras jugaban en el patio del colegio, se dieron cuenta de que querían hacer algo más por su escuela. "¿Qué tal si nos postulamos para formar parte de la directiva escolar?"- propuso Pedro emocionado.
"¡Sí! ¡Sería genial!"- exclamó Sofía entusiasmada. Decidieron hablar con su maestra para contarle sobre su idea. La maestra les explicó que había diferentes cargos dentro de la directiva: presidente, vicepresidente, secretario y fiscal.
Cada uno tenía responsabilidades específicas pero trabajaban juntos para mejorar la escuela. Los amigos sabían que no sería fácil ganarse el voto de sus compañeros. Pero eso no los desanimó; al contrario, los motivó aún más. Decidieron presentarse ante sus compañeros con ideas innovadoras y promesas realistas.
Llegó el día de las elecciones y todos los alumnos votaron en secreto por sus candidatos favoritos. Finalmente llegó el momento del recuento de votos...
¡y Pedro fue elegido como presidente! Pedro estaba feliz pero también nervioso porque sabía que tenía una gran responsabilidad sobre sus hombros. Rápidamente convocó a una reunión con Sofía, Martín y Lucía para planificar cómo mejorarían la escuela.
"Creo que lo primero que debemos hacer es organizar actividades recreativas para todos los alumnos", sugirió Sofía. "¡Buena idea! También podríamos proponer talleres de arte y música", agregó Martín entusiasmado. Lucía pensó por un momento y dijo: "Además, podríamos pedirle ayuda a los padres para crear un huerto escolar.
Así aprenderíamos sobre el cuidado de las plantas". Todos estaban emocionados con estas ideas y decidieron presentarlas durante una asamblea escolar. Los alumnos estuvieron muy contentos con los proyectos propuestos y se comprometieron a colaborar en su realización.
A medida que pasaba el tiempo, la escuela comenzó a transformarse en un lugar más divertido y educativo gracias al trabajo en equipo de Pedro, Sofía, Martín y Lucía. Todos los estudiantes se sentían felices de pertenecer a "Escuela de los Sueños".
Un día, mientras organizaban un festival benéfico para recaudar fondos para mejorar el patio del colegio, recibieron una visita inesperada: ¡la directora del distrito escolar! La directora estaba impresionada por todo lo que habían logrado estos pequeños líderes.
Les dijo que sus acciones eran un ejemplo para toda la comunidad educativa y les entregó una placa como reconocimiento por su dedicación. Desde ese día en adelante, Pedro, Sofía, Martín y Lucía siguieron trabajando juntos para seguir mejorando su escuela.
Se dieron cuenta de que no importaba cuán pequeños o grandes fueran, todos podían hacer la diferencia si trabajaban en equipo y creían en sí mismos.
Y así, la "Escuela de los Sueños" se convirtió en un lugar donde cada niño y niña podía aprender, crecer y alcanzar sus sueños.
FIN.