La Doctora Remedios y los Virusitos traviesos


Había una vez en un lejano pueblo llamado Saluditos, donde vivían muchos niños y niñas que jugaban y se divertían juntos. En este lugar tan especial, existían unas criaturitas muy traviesas llamadas Virusitos, quienes siempre andaban causando problemas.

Un día, los Virusitos decidieron hacer de las suyas y empezaron a esparcirse por todo el pueblo. El primero en aparecer fue el Virusito de la Varicela, quien hacía que los niños se llenaran de puntitos rojos que picaban mucho.

Luego llegó el Virusito de la Gripe, con estornudos y fiebre para todos. Los pequeños habitantes de Saluditos no sabían qué hacer ante tantas enfermedades nuevas.

Pero la valiente Doctora Remedios, una médica muy sabia del lugar, decidió tomar cartas en el asunto. Se puso su bata blanca y su estetoscopio brillante y salió en busca de los Virusitos.

Con paso firme y determinación, logró atrapar al Virusito de la Varicela y lo encerró en una jaula para que no pudiera contagiar a más niños. "¡No te escaparás tan fácilmente! ¡Es hora de detener tu travesura!", exclamó la Doctora Remedios mientras cerraba con llave la jaula del Virusito.

Pero justo cuando pensaban que todo estaba bajo control, apareció el temible Virusito del Sarampión, quien era aún más peligroso que los anteriores. Este virus hacía que los niños se pusieran muy rojos y les salieran manchitas por todo el cuerpo.

La Doctora Remedios no se amilanó y con astucia logró capturar al malvado Sarampión también. Lo encerró junto al Virusito de la Varicela para mantenerlos alejados de los inocentes habitantes del pueblo.

Sin embargo, la tarea no fue fácil ya que luego aparecieron otros virus como el Resfriado, la Otitis y el temido Virus de Barriga. Cada uno con sus propias travesuras e incomodidades para los niños.

Pero gracias a la valentía y conocimiento de la Doctora Remedios, todos fueron atrapados y encerrados lejos del pueblo de Saluditos. Los niños aprendieron sobre las enfermedades infantiles gracias a las enseñanzas de la doctora y comprendieron lo importante que es cuidarse y mantenerse limpios para evitar contagiarse.

Desde ese día, en Saluditos reinaba la alegría nuevamente. Los niños podían jugar tranquilos sin preocuparse por los virus traviesos gracias a la valiente Doctora Remedios quien siempre estaba lista para protegerlos.

Y colorín colorado este cuento educativo sobre las enfermedades infantiles ha terminado ¡Que viva Saluditos!

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