La doncella luminosa


Había una vez en el pequeño pueblo de Picush, un lugar rodeado de montañas y bosques encantadores, una doncella misteriosa que brillaba sobre el anochecer.

Su belleza era tal que cuando llegaba la medianoche lunera, su luz iluminaba todo el lugar y dejaba a todos maravillados. Los paduinos, los habitantes del pueblo, siempre esperaban con ansias la llegada de la doncella para disfrutar de su resplandor.

Desde la esquina de Chango Jirca, un grupo de amigos se reunía cada noche para observarla y hablar sobre las historias que se contaban acerca de ella. Dylan, un jovencito inquieto y curioso por naturaleza, siempre escuchaba con atención las conversaciones sobre la doncella.

Su imaginación volaba mientras pensaba en cómo sería poder conocerla y estar cerca de tanta belleza. Un día, Dylan decidió que no podía esperar más. Tomó coraje y decidió aventurarse hasta Picush para conocer personalmente a la doncella.

Sus amigos intentaron disuadirlo diciéndole que era peligroso adentrarse en el bosque durante la noche, pero él estaba decidido. Así fue como Dylan caminó durante horas hasta llegar al corazón del bosque donde se encontraba Picush.

A medida que se adentraba más y más en el espeso follaje nocturno, comenzó a sentirse nervioso pero también emocionado por lo desconocido. Finalmente llegó al claro donde brillaría la doncella esa noche. El cielo estrellado reflejaba su luz plateada sobre el lago cercano.

La belleza de la escena era indescriptible, y Dylan no podía creer que finalmente estaba allí. De repente, un ruido en los arbustos lo hizo sobresaltar. Era la doncella de Picush, quien había aparecido antes de tiempo.

Su resplandor era aún más impresionante de cerca y Dylan quedó sin palabras ante tanta belleza. —"Hola" , tartamudeó Dylan tímidamente. La doncella sonrió y respondió con una voz melodiosa: "Bienvenido, jovencito.

¿Qué te trae hasta aquí?"Dylan le contó sobre su curiosidad y su deseo de conocerla. La doncella escuchó atentamente y luego dijo: "Es admirable tu valentía para llegar hasta aquí, pero debes entender que mi brillo solo puede ser apreciado desde lejos.

"Dylan se sintió desilusionado al escuchar esto, pero la doncella continuó explicando: "Mi propósito es inspirar a las personas a través de mi luz. Cada uno debe encontrar su propia forma de brillar en el mundo.

No siempre es necesario acercarse demasiado para apreciar la belleza que nos rodea". Dylan reflexionó sobre las palabras de la doncella y comprendió su mensaje profundo. A veces, lo más valioso está en disfrutar las cosas desde una distancia prudente, valorando su impacto en nuestras vidas.

Con el corazón lleno de aprendizajes y gratitud por haber tenido la oportunidad de ver a la doncella tan cerca, Dylan regresó a Chango Jirca junto a sus amigos paduinos.

Desde ese día, cada noche se reunían en el mismo lugar para observar juntos la belleza de la doncella de Picush.

Aunque Dylan ya no tenía la necesidad de acercarse tanto, su corazón se llenaba de alegría al saber que podía apreciar su resplandor desde lejos y compartir esa experiencia con aquellos a quienes amaba.

Y así, el pueblo de Picush siguió siendo testigo del brillo radiante de la doncella, mientras Dylan y sus amigos aprendieron a valorar lo hermoso que puede ser simplemente observar y dejarse inspirar por la magia que nos rodea cada día.

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