La Dra Ana y el miedo de Conrado



Conrado era un niño muy valiente, pero había algo que lo ponía muy nervioso: ir al dentista.

Cada vez que su mamá le decía que tenía una cita en la clínica dental, Conrado se ponía a temblar y comenzaba a llorar. - No quiero ir al dentista - decía entre sollozos - me da mucho miedo. Pero su mamá siempre le respondía con una sonrisa:- Tranquilo, Conrado.

El odontólogo es tu amigo y solo quiere ayudarte a tener unos dientes sanos y fuertes. Sin embargo, por más que su mamá intentaba calmarlo, Conrado seguía teniendo miedo de ir al dentista. Pero un día todo cambió cuando conocío a la Dra. Ana. La Dra.

Ana era una odontóloga muy simpática y divertida. Le gustaba cantar mientras trabajaba en los dientes de sus pacientes y siempre les hacía chistes para hacerlos reír. Cuando llegó el día de la siguiente cita de Conrado con la Dra.

Ana, él estaba muy asustado como siempre. Pero cuando entró en el consultorio dental, vio algo sorprendente: la Dra. Ana estaba vestida como un payaso! - ¡Hola, Conrado! - dijo la Dra.

Ana haciendo malabares con unas bolas coloridas - ¿Quieres jugar conmigo? Conrado se quedó mirándola sin poder creer lo que veía pero luego comenzó a reírse ante las ocurrencias de la doctora.

- Vamos a hacer esto juntos - dijo ella mientras le mostraba los instrumentos dentales de una manera amigable - Y si te duele o sientes algo extraño, solo dímelo y lo arreglamos juntos. Conrado no podía creer que estaba jugando en el consultorio dental. La Dra.

Ana había logrado convertir su miedo en diversión y aprendizaje. Desde ese día, Conrado ya no lloraba cuando iba al dentista. Ahora se divertía con la Dra. Ana mientras ella revisaba sus dientes y le enseñaba cómo cuidarlos mejor.

- Sabes, Conrado - dijo un día la Dra. Ana - tú eres muy valiente por venir a verme cada vez que necesitas algo para tus dientes.

Y si tienes alguna pregunta o preocupación, siempre puedes preguntarme o contármelo a tu mamá. Con el tiempo, Conrado dejó de tener miedo al dentista gracias a la Dra. Ana y ahora se siente orgulloso de cuidar bien sus dientes para tener una sonrisa saludable y feliz.

Y así es como Conrado aprendió que enfrentar nuestros miedos puede ser divertido e incluso educativo cuando tenemos amigos como la Dra. Ana que nos ayudan en el camino hacia una vida más saludable y feliz.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!