La Dra Laura y su Villa de Cuidados


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Salud, una doctora muy especial llamada Dra. Laura. La Dra. Laura era conocida por ser amable, comprensiva y sobre todo, inclusiva con todos sus pacientes.

Un día, la noticia se corrió por el pueblo de que la Dra. Laura había recibido a un nuevo paciente llamado Mateo. Todos estaban emocionados por conocerlo, pero también un poco preocupados porque Mateo tenía una discapacidad visual.

Cuando llegó el día de la cita de Mateo con la Dra. Laura, su mamá lo acompañó al consultorio médico. Al entrar, fueron recibidos por la sonriente doctora y su asistente Sofía. "¡Hola Mateo! Bienvenido a mi consultorio", dijo la Dra.

Laura con entusiasmo. Mateo se sintió feliz al escucharla hablarle directamente y no como si él no pudiera entender o responder. "Hola Dra. Laura", respondió tímidamente Mateo.

La consulta comenzó como cualquier otra visita médica: pesaje, medición de altura y preguntas sobre su historial médico. Pero lo que hizo especial a esta visita fue cómo la Dra. Laura ajustaba sus métodos para adaptarse a las necesidades de Mateo.

En lugar de señalar hacia dónde estaba ubicada cada herramienta médica o instrumento, ella le describía detalladamente lo que iba a hacer en cada momento.

"Ahora voy a revisar tus oídos con este aparato que parece una linterna mágica" - explicaba mientras sostenía el otoscopio cerca del oído de Mateo"Vas a sentir una cosquillita pero no te preocupes". Mateo se sintió tranquilo y seguro, sabiendo en todo momento lo que estaba sucediendo a su alrededor. La Dra.

Laura también explicaba cómo funcionaban los medicamentos que le recetaba y para qué servían. "Este jarabe es de color rojo y sabe a fresa", le dijo mientras preparaba una dosis"Te ayudará a sentirte mejor si tienes tos".

Mateo sonrió, emocionado de poder entender todo lo que la doctora le decía. Se sentía valorado y respetado por ella. Pero la inclusión no solo se limitaba a adaptarse a las necesidades de Mateo. La Dra.

Laura también promovía un ambiente inclusivo en el consultorio médico para todos sus pacientes. En una ocasión, llegó un niño llamado Juanito con silla de ruedas. "¡Hola Juanito!", exclamó la Dra. Laura"Bienvenido al consultorio". A medida que avanzaba la consulta, la Dra.

Laura notó que había juguetes en el piso pero estaban fuera del alcance de Juanito debido a su silla de ruedas. Sin pensarlo dos veces, la doctora se agachó rápidamente y comenzó a jugar con los juguetes junto a Juanito en el piso.

"¡Mira qué lindo avión podemos hacer con estas piezas!", dijo entusiasmada mientras construían juntos. Juanito estaba feliz porque no solo recibía atención médica sino también compañía y diversión durante su visita al consultorio. La fama de la Dra.

Laura como profesional inclusiva se extendió por todo el pueblo e incluso más allá. Pronto muchos niños querían ser atendidos por ella porque sabían que serían tratados con respeto y comprensión. La Dra.

Laura continuó su labor, siempre buscando maneras de adaptarse a las necesidades de sus pacientes y promoviendo la inclusión en su consultorio médico.

Y así, Villa Salud se convirtió en un lugar donde todos los niños, sin importar sus diferencias, eran bienvenidos y atendidos con amor y cuidado por la Dra. Laura. Y colorín colorado, esta historia inclusiva ha terminado.

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