La dulce aventura de Úrsula y sus amigos
Había una vez en un hermoso bosque, una uva muy especial llamada Úrsula. Era la más dulce y jugosa de todas las uvas del lugar. Vivía felizmente entre sus amigos, el unicornio Ulises y la uña Ubalda.
Un día, mientras paseaban por el bosque, se encontraron con un problema. Unas malvadas hormigas habían construido su hormiguero justo en medio del camino que llevaba al arcoíris. Sin poder pasar, Úrsula, Ulises y Ubalda estaban muy tristes.
- ¡Oh no! -exclamó Úrsula-. ¿Cómo podremos llegar hasta el arcoíris ahora? - No te preocupes amiga Úrsula -dijo ulises-, ¡encontraremos una solución! Juntos pensaron durante horas hasta que finalmente tuvieron una idea brillante.
Decidieron pedir ayuda a los demás animales del bosque para resolver este problema. Primero fueron a ver al loro Uriel y le pidieron consejo. Uriel les sugirió hablar con el oso Ulrico, quien era fuerte y podría mover las piedras del hormiguero.
Luego fueron a buscar a Ulrico y le explicaron la situación. El oso accedió ayudarlos de inmediato. - Tranquilos amigos -dijo Ulrico-. Yo me encargaré de sacar esas piedras enseguida.
Con su fuerza sobrehumana, el oso movió las piedras y abrió paso nuevamente hacia el arcoíris. Úrsula, Ulises y Ubalda estaban emocionados por poder continuar su camino hacia esa maravillosa cascada de colores. Mientras caminaban, se encontraron con una fuerte tormenta.
La lluvia caía sin cesar y los amigos estaban empapados. Pero Úrsula no se dio por vencida. - ¡Vamos, amigos! -exclamó Úrsula-. Si seguimos adelante, seguro encontraremos una solución. Y así fue como llegaron a un viejo árbol donde vivía la ardilla Ursulina.
Le contaron su problema y ella les ofreció refugio en su hogar hasta que la tormenta pasara. Pasaron días y finalmente el sol volvió a brillar en el bosque. Ursulina les mostró un camino secreto que los llevaría directamente al arcoíris.
Úrsula, Ulises y Ubalda estaban emocionados por llegar tan cerca de ese maravilloso lugar. Y cuando finalmente lo alcanzaron, quedaron maravillados por la belleza de los colores. - ¡Es increíble! -dijo Úrsula-.
Todo valió la pena para llegar aquí. Los tres amigos celebraron su victoria bailando y cantando bajo el arcoíris. Se sentían felices y orgullosos de haber superado todos los obstáculos juntos.
Desde aquel día, Úrsula siempre recordó lo importante que es nunca rendirse ante las dificultades. Aprendió que con perseverancia y ayuda de sus amigos, cualquier problema puede ser resuelto. Y así, Úrsula siguió siendo la uva más dulce del bosque mientras compartía su sabiduría con todos sus amigos animales.
FIN.