La dulce aventura de Valentina



Había una vez una niña llamada Valentina que adoraba los dulces. Todos los días, al volver de la escuela, se sentaba en la cocina con una bolsa de golosinas y no podía resistir la tentación de comer un puñado de caramelos, chocolates y gomitas. Un día, mientras masticaba su golosina favorita, su mejor amiga, Sofía, vino a visitarla. "¡Valentina! ¿Por qué no venís a jugar al parque? Vamos a saltar la cuerda y a correr juntos!"

Valentina hizo una mueca y respondió: "No, gracias. Prefiero quedarme aquí comiendo mis deliciosos dulces."

Sofía suspiró y se fue, dejando a Valentina sola en la cocina, rodeada de envoltorios vacíos.

A medida que pasaron los días, Valentina se dio cuenta de que sus zapatillas estaban llenas de polvo y su energía se estaba desvaneciendo. Un día, mientras jugaba a imaginar un mundo de caramelos, se sintió muy cansada y tuvo que sentarse. Justo en ese momento, pasó por su casa un grupo de niños que jugaban a la pelota. "¡Valentina! ¡Ven a jugar!" -gritaron. Ella miró los dulces y luego los niños, pero estaba demasiado cansada para moverse. "¿Por qué no puedo correr como ustedes?" -pensó.

Esa noche, Valentina se quedó despierta pensando en lo que había pasado. Decidió que al día siguiente, en lugar de comer tantos dulces, iría al parque con Sofía. Al día siguiente, Valentina se levantó con mucha alegría. "¡Hoy empezaré a hacer ejercicio!" -se dijo a sí misma. Cuando llegó al parque, su corazón se llenó de felicidad al correr y jugar con sus amigos. Desde entonces, Valentina aprendió a equilibrar los dulces con el deporte y se convirtió en una niña llena de energía y diversión. ¡Y así, nunca dejó de disfrutar de sus golosinas, pero también se convirtió en una gran atleta!

FIN.

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