La elección de la tortuga



Había una vez en el hermoso país de Argentina, un grupo de animales que vivían juntos en armonía en la selva. Entre ellos se encontraban el león, el elefante, el mono y la tortuga.

Cada uno tenía sus propias cualidades y talentos especiales. Un día, los animales comenzaron a notar que había algunas decisiones importantes que debían tomar para mejorar su comunidad.

El león propuso que todos tuvieran la oportunidad de expresar sus ideas y opiniones para llegar a un acuerdo justo. Así es como descubrieron la democracia. La tortuga era muy sabia y conocedora de las leyes naturales, mientras que el elefante era fuerte y protector. El mono era ágil e inteligente.

Juntos formaron un equipo perfecto para promover la libertad y justicia en su comunidad. Decidieron organizar una votación para elegir al líder del grupo. Esta sería una gran oportunidad para practicar los valores democráticos que habían aprendido recientemente.

"¡Amigos! Es hora de elegir a nuestro líder", anunció emocionado el mono desde lo alto de un árbol. "Cada uno tiene derecho a votar por aquel animal que crea capaz de liderarnos hacia un futuro mejor".

Los animales estaban ansiosos por participar en esta votación histórica. Se reunieron alrededor del mono, quien les entregó boletas con los nombres de cada candidato: el león, la tortuga y el elefante.

Uno por uno, fueron depositando sus votos secretamente en una urna decorada con hojas tropicales. Finalmente llegó el momento del recuento de votos. El mono, con su agilidad y destreza, contó cuidadosamente cada voto mientras los demás animales esperaban ansiosos. "¡Y el ganador es...

la tortuga!", exclamó el mono sorprendido. "¡Felicidades, querida amiga!"La tortuga no podía creerlo. Ella siempre había sido considerada lenta y poco importante en comparación con otros animales más rápidos y fuertes.

Sin embargo, su sabiduría y conocimiento habían conquistado los corazones de sus compañeros. "¡Gracias a todos! Prometo liderar con justicia y escuchar las necesidades de cada uno", dijo emocionada la tortuga.

A lo largo de su mandato como líder, la tortuga demostró que la verdad y la honestidad eran pilares fundamentales para una sociedad próspera. Tomaba decisiones basadas en el bienestar común y siempre buscaba soluciones pacíficas a los problemas. Bajo el liderazgo de la tortuga, todos los animales vivieron en armonía y felicidad.

La selva se convirtió en un lugar donde reinaba la paz y donde cada voz era escuchada. La democracia les enseñó a valorar las opiniones de los demás, respetar las diferencias e igualdad entre ellos.

Juntos aprendieron que todos tienen derecho a ser libres y vivir en un entorno justo. Desde aquel día, Argentina se convirtió en un ejemplo para otras comunidades animales alrededor del mundo que también decidieron adoptar principios democráticos para resolver conflictos y tomar decisiones importantes.

Y así fue cómo estos valientes animales demostraron al mundo que cuando se practica la democracia, se promueve la libertad y se busca la verdad a través de la votación, cualquier comunidad puede alcanzar un futuro mejor.

FIN.

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