La enfermera amable
Había una vez cuatro hermanitos llamados Tomás, Sofía, Juan y Lucía. Vivían en una casa rodeada de árboles y flores. Eran muy felices juntos, pero había algo que los preocupaba mucho: la vacunación.
La mamá de los niños siempre les hablaba sobre la importancia de vacunarse para prevenir enfermedades, pero ellos no querían hacerlo. Tenían miedo a las agujas y pensaban que las vacunas eran peligrosas. Un día, mientras jugaban en el jardín, llegó su vecina Ana.
Ella era enfermera y notó que los hermanitos estaban tristes. Les preguntó qué les pasaba y ellos le contaron su temor a las vacunas.
"Las vacunas son como un escudo mágico que te protege de las enfermedades", les explicó Ana con dulzura "Son seguras y no duelen tanto como piensan". Los niños escucharon atentamente sus palabras y comenzaron a pensar si realmente estarían haciendo lo correcto al negarse a vacunarse.
Mientras tanto, la mamá buscaba información sobre las diferentes opciones de vacunación disponibles en el centro médico cercano. Quería encontrar una manera menos invasiva para sus hijos. Finalmente llegó el día de ir al consultorio médico para recibir sus dosis preventivas.
Los hermanos se abrazaron con fuerza antes de entrar al consultorio, todavía asustados por lo que estaba por venir.
Pero justo cuando entraron al consultorio vieron algo que los dejó boquiabiertos: ¡Ana estaba allí! Había ido para apoyarlos y mostrarles cómo funcionaba el proceso de vacunación. "¡No tengan miedo, chicos!", dijo Ana sonriendo "Estoy aquí para ayudarlos". La mamá les explicó a los niños que algunos centros médicos ofrecen opciones más cómodas y menos invasivas para la vacunación.
Y así, uno por uno, cada hermanito recibió su dosis sin sentir dolor ni miedo. Después de la vacunación, los hermanos se sintieron muy orgullosos de sí mismos. Habían enfrentado sus miedos y habían sido valientes.
Y lo mejor de todo es que ahora estaban protegidos contra enfermedades peligrosas. Desde ese día en adelante, Tomás, Sofía, Juan y Lucía entendieron la importancia de la prevención médica y prometieron nunca más tenerle miedo a las agujas.
FIN.