La enfermera y los monstruitos salvadores



Había una vez en un planeta lejano, habitado por pequeños monstruitos de colores brillantes y formas divertidas, donde la salud no era prioridad.

Los monstruitos vivían felices jugando todo el día sin preocuparse por cuidar su cuerpo ni su alimentación. Un día, llegó desde la Tierra una enfermera escolar morena con una larga coleta llamada Luna. Luna tenía una misión muy especial: enseñar a los monstruitos cómo cuidar su salud para que pudieran vivir mejor y más felices.

Al principio, los monstruitos estaban un poco asustados de la nueva visitante, pero Luna les habló con dulzura y cariño, explicándoles lo importante que era lavarse los dientes todos los días para mantenerlos fuertes y sanos.

"¡Hola amiguitos! ¿Saben ustedes por qué es importante cepillarse los dientes después de cada comida? Es para evitar las caries y tener una sonrisa brillante como la mía", les dijo Luna con entusiasmo. Los monstruitos escucharon atentamente y decidieron seguir el consejo de Luna.

A partir de ese día, incluyeron en sus rutinas diarias el cepillado de dientes después de cada comida. Luna también les enseñó sobre la importancia de asearse correctamente para eliminar gérmenes y bacterias que podían enfermarlos.

Los monstruitos aprendieron a bañarse todos los días, a lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, y a mantener limpios sus espacios de juego.

Pero la lección más importante que Luna les dio fue acerca de la alimentación saludable. Les mostró lo deliciosas que podían ser las frutas y verduras, y cómo éstas les darían energía para jugar todo el día sin cansarse.

Un día, mientras Luna estaba enseñando a los monstruitos a hacer ejercicios de higiene postural para cuidar su espalda, se escuchó un estruendo proveniente del volcán cercano. Todos se alarmaron y salieron corriendo hacia él. Cuando llegaron al volcán, vieron que estaba haciendo erupción y lanzaba lava caliente en todas direcciones.

Los pequeños monstruitos estaban asustados e indefensos ante semejante peligro. Luna actuó rápidamente: organizó a los monstruitos para evacuar el área en forma ordenada siguiendo medidas seguras.

Gracias al trabajo en equipo y al liderazgo de Luna, lograron ponerse a salvo en un lugar alejado del peligro. Después del incidente con el volcán, los monstruitos se dieron cuenta de lo importante que era seguir las enseñanzas de Luna sobre salud e higiene.

Juntos trabajaron para crear un planeta saludable donde todos pudieran vivir felices y seguros.

Desde ese día en adelante, cada vez que veían salir el sol sobre su hermoso planeta colorido recordaban con cariño a Luna, la enfermera escolar morena con coleta que había llegado desde la Tierra para cambiar sus vidas para siempre.

FIN.

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