La escalera de la amistad

Había una vez un león llamado Picaron que vivía en la sabana africana. Era un león muy travieso y siempre estaba jugando con los demás animales de la selva.

Un día, mientras jugaba con sus amigos el mono y el elefante, Picaron se lastimó una pata al caerse de un árbol. La herida no era muy grave, pero sí lo suficiente como para que no pudiera caminar bien.

"¡Ay! Me duele mucho la pata", dijo Picaron mientras intentaba levantarse del suelo. "Tranquilo amigo, te ayudaremos a llegar a tu cueva", dijo el elefante ofreciéndole su trompa para que se apoyara. Picaron aceptó la ayuda y entre los tres lograron llevarlo hasta su hogar.

Pero cuando llegaron allí, descubrieron que habían perdido las llaves de la cueva y no podían entrar. "¿Qué haremos ahora?", preguntó preocupado el mono. "No te preocupes amigo, seguro encontraremos alguna solución", respondió Picaron tratando de mantenerse positivo.

Fue entonces cuando vieron acercarse a un zorro muy astuto llamado Tito. Ellos sabían que Tito siempre tenía ideas ingeniosas para resolver problemas difíciles. "Hola amigos ¿qué les pasa?", preguntó Tito al verlos tan preocupados.

Picaron explicó lo ocurrido y Tito pensó por unos segundos antes de tener una idea brillante:"Podemos hacer una escalera con ramas y hojas para subir por esa roca y entrar por esa ventana", señalando hacia arriba donde había una pequeña ventana abierta en la cueva.

Todos se pusieron manos a la obra y construyeron una escalera improvisada con ramas y hojas. Con esfuerzo, lograron subir hasta la ventana de la cueva y así entrar al hogar de Picaron.

"¡Lo logramos!", exclamó el león muy contento al ver que podían ingresar a su hogar. Gracias a la ayuda de sus amigos, Picaron pudo descansar en su cueva mientras su pata sanaba.

Después de unos días, ya estaba recuperado y volvió a jugar con sus amigos en la selva. A partir de ese día, aprendió que siempre hay soluciones creativas para los problemas y que siempre puede contar con sus amigos para ayudarlo en momentos difíciles.

Y así vivió feliz junto a ellos por muchos años más.