La Escuela de los Sueños
En el vibrante barrio de Colores, se encontraba la Escuela Manuel Espinosa Batista. Era una institución querida por todos, pero había llegado el momento de realizar una gran remodelación. '¡Vamos a hacer algo increíble!', anunciaron los constructores un día. 'Desgraciadamente, debemos demoler algunas partes de la escuela para hacerla aún mejor'. Ante esto, todos los niños se llenaron de tristeza. Especialmente Alegría, una niña que siempre encontraba lo bueno en cada situación.
"¿Pero por qué tienen que demoler?" - preguntó una de sus amigas, Lila, con su mirada preocupada.
"Quiero que mi escuela siga como está, me encanta cómo es ahora!" - se sumó Tomás, otro de los alumnos.
"No se preocupen, chicos. Esta es una gran oportunidad. - aseguró Alegría. - Van a hacer de nuestra escuela un lugar más hermoso! Piensen en todas las aventuras que podremos tener en la nueva escuela."
Los días pasaron y la construcción comenzó. Sin embargo, los niños estaban cada vez más intranquilos al ver cómo su amada escuela estaba siendo cambiada. Un día, mientras jugaban en el patio, Alegría tuvo una idea brillante.
"¡Chicos! ¿Qué tal si hacemos una gran fiesta de despedida para nuestra Escuela Manuel Espinosa Batista? Así, recordamos todos los momentos felices que pasamos aquí."
La propuesta fue como un soplo de aire fresco. Los niños comenzaron a planear la fiesta, llenos de entusiasmo.
"¡Haremos carteles!" - dijo Tomás emocionado.
"¡Y traigamos pasteles y juegos!" - agregó Lila, casi saltando de alegría.
Así fue como un nuevo proyecto nació en el corazón de los estudiantes. Se organizaron las tareas y cada uno tenía una función. Algunos se encargaron de la decoración, otros de la música, y un grupo se dedicó a prepararle al director una gran sorpresa.
Finalmente, llegó el gran día de la fiesta. La emoción invadía el aire y los niños estaban felices, pero también un poco nostálgicos. Al llegar el momento de la despedida, Alegría subió al escenario improvisado.
"Queridos amigos, esta escuela siempre será un lugar especial para nosotros. Cada rincón tiene un recuerdo, desde las risas hasta los sustos en la clase de ciencias. Pero hoy, celebramos lo que esta escuela nos dio y lo que vendrá. ¡Hagamos de esta nueva escuela, un lugar aún más lleno de alegría y aventuras!"
Todos los niños la aplaudieron, sintiendo que, aunque era un nuevo comienzo, la esencia de su amistad y los recuerdos siempre estarían. La fiesta fue un éxito rotundo, con juegos, música y muchas sonrisas.
Los días de trabajo continuaron, pero ahora los niños veían la construcción con otros ojos. Cada ladrillo que se colocaba les prometía un futuro emocionante y lleno de nuevas experiencias.
Cuando finalmente la remodelación fue completada, los niños fueron convocados para conocer su nueva escuela. Con un gran gesto, el director abrió las puertas de la flamante Escuela de los Sueños.
"¡Sorpresa! ¿Qué les parece?" - preguntó con una gran sonrisa.
Las voces de los niños se elevaron en un unísono de asombro y alegría.
"¡Es hermosa! ¡Miren el jardín!" - gritó Lila, mientras todos corrían hacia el patio lleno de flores vibrantes y juegos nuevos.
"¡Y tenemos un laboratorio de ciencias moderno!" - exclamó Tomás, corriendo hacia el salón de experimentos.
Alegría sonrió mientras observaba a sus amigos explorar la nueva escuela. Sabía que, aunque la Escuela Manuel Espinosa Batista había cambiado, la esencia de la amistad y las aventuras apenas comenzaban.
Juntos, decidieron que harían de la nueva escuela un lugar donde los sueños se hicieran realidad, porque lo más importante no era el edificio, sino las risas, las historias y la unión de todos los que lo habitaban.
Así, la Escuela de los Sueños se convirtió en un lugar donde vivirían muchas aventuras nuevas, donde cada niño podría aprender y crecer, mientras llenaban cada rincón con risas y amor.
Y así, con el tiempo, nadie recordaría con tristeza la demolición, sino con alegría cada rincón de la maravillosa nueva escuela donde todos los sueños de la infancia comenzaban a florecer.
FIN.