La escuela de los valientes


Había una vez en la Escuela de los Sueños, un grupo de 31 niños y niñas que se encontraban temerosos, ansiosos, felices, con lágrimas en los ojos y extrañando a sus seres queridos.

La directora de la escuela, la señorita Luna, notó que algo no estaba bien con ellos y decidió tomar cartas en el asunto. - Buenos días, mis queridos alumnos - dijo la señorita Luna con voz suave pero firme -.

Veo que algunos de ustedes están pasando por momentos difíciles.

¿Qué les pasa? Los niños y niñas comenzaron a contar sus problemas: algunos tenían miedo de las tareas difíciles, otros estaban ansiosos por los exámenes que se acercaban, unos pocos estaban felices pero echaban de menos a sus familias, y varios tenían lágrimas en los ojos por diferentes motivos.

La señorita Luna escuchó atentamente a cada uno de ellos y les dijo:- Queridos niños y niñas, es normal sentir miedo, ansiedad o tristeza en ciertas situaciones. Pero recuerden que siempre hay una solución para cada problema. Trabajemos juntos para superar estos sentimientos.

Así fue como la señorita Luna organizó actividades especiales para ayudar a los niños y niñas a enfrentar sus miedos, controlar su ansiedad, expresar sus emociones y sentirse más cerca de sus seres queridos. Un día decidieron hacer una obra de teatro donde cada uno representaría un personaje valiente que superaba un obstáculo.

Los niños ensayaron con entusiasmo y al finalizar la obra se sintieron orgullosos de sí mismos por haber vencido sus propios temores.

Otro día organizaron una jornada familiar en la escuela donde invitaron a los padres y familiares de los niños para compartir juntos juegos, risas y abrazos. Los niños se sintieron felices al ver a sus seres queridos apoyándolos incondicionalmente.

Con el tiempo, gracias al apoyo mutuo entre compañeros y maestros, los 31 niños y niñas lograron superar sus miedos, controlar su ansiedad, expresar sus emociones de manera saludable e incluso aprender a valorar aún más el amor de sus familias.

Al final del año escolar, durante la ceremonia de clausura, todos los niños/as recibieron diplomas por su valentía y dedicación para superar las adversidades. La señorita Luna les dijo unas palabras finales:- Queridos alumnos/as, han demostrado que con esfuerzo, apoyo mutuo, amor propio pueden superarse cualquier obstáculo. Recuerden siempre que son capaces, fuertes e importantes. Nunca olviden lo lecciones aprendidas.

Y así termina esta historia donde 31 niños/as enfrentaron juntos sus miedos, ansiedades, tristezas transformándose en personas valientes, resilientes llenas amor propio.

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