La Escuela de Superhéroes
Era un día soleado en la Ciudad de los Súper Héroes, donde un grupo de jóvenes héroes asistía a la escuela para aprender a dominar sus poderes. Entre ellos había a Susi, que podía volar; Tomás, que podía hacerse invisible; y Lía, que tenía la capacidad de hablar con los animales. Todos estaban emocionados por el nuevo desafío que su maestra, la señora Ulrika, les había preparado: una competencia de talentos.
"Chicos, hoy iniciaremos nuestra competencia de talentos. Cada uno de ustedes deberá demostrar lo que sabe hacer", explicó la señora Ulrika.
Susi voló alto y sonrió mientras pensaba en cómo mostrar su habilidad. Tomás se dejó caer hacia atrás, pensando que hacerse invisible sería impresionante. Lía, en cambio, tenía un plan muy diferente.
"Voy a hacer algo que no solo sea divertido, sino que también pueda ayudar", dijo Lía con entusiasmo.
Los días fueron pasando y cada uno se preparó de manera diferente. El día de la competencia llegó y Susi era la primera.
"¡Voy a volar en círculos y hacer la mejor acrobacia!", anunció Susi con confianza.
Mientras volaba, hizo giros y piruetas, ¡el público estaba fascinado!
Luego fue el turno de Tomás.
"¡Voy a hacerme invisible!", dijo mientras se evaporaba ante los ojos del público.
Lamentablemente, Tomás no podía controlar su invisibilidad por mucho tiempo, y en su afán por impresionar al público, terminó escondido detrás de una cortina, sin poder salir a tiempo.
"¡Sorpresa!", gritó un niño desde el fondo, y mientras todos reían, Tomás sintió que había fallado.
Finalmente, era el turno de Lía.
"Hoy voy a hacer algo especial: ¡voy a traer a todos los animales que pueda encontrar!", anunció con una gran sonrisa.
Lía utilizó su don para reunir a varias aves, algunos perros, y hasta un par de gatos. En vez de una exhibición tradicional, se organizó un hermoso desfile de animales, donde cada uno mostró su talento.
"¡Miren cómo bailan los perritos!", exclamaba Lía mientras los animales se movían al ritmo de la música.
El público se llenó de alegría, pero de repente, uno de los gatos se escapó y salió corriendo por el patio, seguido de un par de perritos que querían jugar. Todos rieron y comenzó una divertida persecución. Muchos se unieron a la búsqueda mientras Lía intentaba calmar a los animales.
"¡Vuelvan aquí! No se preocupen, ¡esto está todo bajo control!", gritaba Lía mientras los seguía.
Finalmente, con un gesto especial y algunas palabras dulces, logró reunir a todos los animales en un solo lugar. La risa del público se convirtió en aplausos.
La señora Ulrika luego se acercó a los tres.
"Chicos, todos han hecho un gran trabajo. Susi, volar es increíble y lo hiciste muy bien. Tomás, tu invisibilidad también fue creativa, aunque quizás tengas que practicar un poco más. Y Lía, tu idea de trabajar en equipo con los animales fue maravillosa. No te desanimes por los contratiempos- agregó la señora Ulrika.
"¡Sí! A veces pueden pasar cosas inesperadas, pero lo importante es cómo las manejamos", dijo Susi.
"Totalmente, y podemos aprender unos de otros para mejorar«, concluyó Tomás con una sonrisa.
Al final del día, todos compartieron sus experiencias y se dieron cuenta de que cada uno tenía talentos diferentes. Aprendieron lo valioso que era trabajar juntos y apoyarse en el camino hacia el éxito.
A partir de ese día, la Escuela de Superhéroes decidió hacer competencia de talentos todos los meses, no solo para que cada uno pudiera demostrar su poder, sino también para aprender a colaborar unos con otros. Y así, en la Ciudad de los Súper Héroes, el verdadero talento se convirtió en la unión de fuerzas en un viaje de aprendizaje conjunto.
FIN.