La Escuela de Todos



En un bosque mágico, existían dos escuelas separadas: la Escuela de los Carnívoros y la Escuela de los Herbívoros. Cada grupo de animales creía que sus diferencias eran insalvables. Los carnívoros eran rápidos y astutos, mientras que los herbívoros eran sabios y tenían una gran conexión con la naturaleza. Pero un día, todo cambió.

Una mañana soleada, la señora Osa, la maestra de la Escuela de los Carnívoros, anunció:

"Hoy haremos una competencia de habilidades en el bosque. ¡Espero ver a todos mostrar lo mejor de ustedes!"

Al llegar el día de la competencia, todos los animales estaban emocionados. En la Escuela de los Herbívoros, la señora Cebra también se preparaba con entusiasmo:

"Recuerden, mis queridos alumnos, que el trabajo en equipo es esencial. Jamás debemos subestimar a los demás por su apariencia."

Los días pasaron, y las dos escuelas se mantenían separadas. Sin embargo, un grupo de estudiantes curiosos de ambas escuelas comenzaron a aventurarse en el bosque en busca de un lugar donde convenderse, sin que sus maestros se enteraran.

Un día, un joven tigre llamado Toby y una pequeña cierva llamada Lila se encontraron en un arroyo.

"¡Hola! No esperaba ver a un carnívoro aquí. ¿Qué haces?" preguntó Lila, un poco asustada.

"Solo estoy bebiendo agua... no esperaba ver a una cierva. No soy tan malo como piensas."

Con curiosidad, comenzaron a hablar y a compartir sus historias. Toby le dijo a Lila cómo había deseado aprender a saltar con la gracia de los herbívoros, mientras que Lila anhelaba la velocidad de los carnívoros para explorar más rápido el bosque. Juntos empezaron a practicar.

Los días se convirtieron en semanas, y la curiosidad de los otros animales los llevó a participar en sus encuentros secretos. Pronto, formaron un grupo diverso de amigos: un loro charlatán, un inteligente zorro, un adorable conejo y un avestruz veloz. Juntos, jugaron, aprendieron unos de otros y crearon la Escuela de Todos, un espacio donde todos eran bienvenidos, sin importar su especie.

Mientras tanto, la competencia entre las escuelas se acercaba, y los estudiantes de la Escuela de Todos decidieron arriesgarse y presentarse. A pesar de que habían sido advertidos sobre los peligros y los prejuicios, no podían evitar emocionarse por su primer gran evento.

El día llegó, y todos los alumnos de las dos escuelas se alinearon en el área de competencia. La señora Osa notó la presencia del grupo diverso y frunció el ceño.

"¿Quiénes son ustedes? ¡Esto no está permitido!" exclamó.

Pero Lila, con valentía, se adelantó y dijo:

"Pero hemos aprendido el valor de la inclusión. ¡Podemos mostrarles algo nuevo!"

Sorprendidos y curiosos, los animales de las dos escuelas se dieron cuenta de que nunca habían pensado en la posibilidad de unirse. La competencia comenzó, y cada grupo mostró sus habilidades, aunque con un aire de tensión.

Pero, en un giro inesperado, durante una prueba de obstáculos, un árbol grande cayó peligrosamente cerca del camino. El grupo diverso, que estaba jugando a un lado, reaccionó de inmediato:

"¡Ayudemos!" gritaron al unísono, y corrieron a ayudar a sus compañeros en un trabajo en equipo asombroso. Usando la fuerza de Toby y la rapidez de Lila, lograron mover a todos a un lugar seguro.

Todos los animales quedaron asombrados y la competición se detuvo. Los profesores, Osa y Cebra, miraron con orgullo y se dieron cuenta de que la unión había cambiado todo.

"No importa la especie que seamonos," dijo la señora Cebra, con una sonrisa

- “Lo importante es lo que podemos hacer juntos.”

La competencia se transformó en una celebración de amistad y trabajo en equipo, y fue el inicio de la Escuela de Todos. A partir de ese momento, las dos escuelas decidieron unirse y formar una nueva, donde cada animal, sin importar su tipo, pudiera aprender y explorar juntos.

Así, en el corazón del bosque mágico, creció la escuela que fomentaba la inclusión y la diversidad, donde todos aprendían de las diferencias de los otros, creando lazos inquebrantables que perdurarían por siempre.

Y así, los animales vivieron felices, recordando siempre el valioso aprendizaje de que juntos son más fuertes. ¡Fin!

FIN.

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