La escuela ecológica de Doña Rosa



Había una vez en el colegio "Rincón de Colores", una maestra llamada Doña Rosa, quien estaba muy preocupada por el cuidado del medio ambiente.

Un día, decidió enseñar a sus alumnos sobre la importancia de separar la basura para reciclar y así ayudar a proteger nuestro planeta. - Niños y niñas, hoy vamos a aprender sobre cómo podemos cuidar nuestro hogar más grande: la Tierra. ¿Saben qué es reciclar? - preguntó Doña Rosa con entusiasmo.

Los niños levantaron la mano emocionados, ansiosos por participar en la actividad. - ¡Reciclar es separar los distintos tipos de basura para poder reutilizarlos y no contaminar! - exclamó Juanito. - ¡Muy bien, Juanito! Eso es correcto.

Ahora vamos a practicarlo en clase y luego les propondré un desafío especial - dijo Doña Rosa con una sonrisa. Durante toda la semana, los niños aprendieron a separar plásticos, papeles, vidrios y orgánicos.

Estaban muy comprometidos con esta tarea y se sentían como verdaderos superhéroes salvando al planeta cada vez que depositaban un residuo en el lugar adecuado.

Al finalizar la semana, Doña Rosa propuso el desafío: llevar lo aprendido a casa y enseñárselo a sus padres para que también comenzaran a separar la basura correctamente. - ¡Es genial! Vamos a ser los guardianes del medio ambiente en nuestras casas también - exclamó Martina emocionada. Los niños regresaron a sus hogares llenos de energía e ilusión por compartir lo aprendido con sus familias.

Cada uno explicó a sus padres la importancia de reciclar y cómo debían hacerlo correctamente. Los padres, sorprendidos por todo lo que habían aprendido sus hijos en el colegio, se sumaron entusiastas al desafío.

Días después, en el "Rincón de Colores", se celebró una feria ambiental donde los niños expusieron todo lo que habían logrado junto a sus familias.

Había carteles creativos hechos con material reciclado, manualidades hermosas elaboradas con botellas plásticas y hasta un pequeño jardín vertical construido con envases vacíos. Doña Rosa estaba emocionada al ver el impacto positivo que habían generado juntos.

Los niños se convirtieron en verdaderos defensores del medio ambiente y demostraron que todos podemos hacer nuestra parte para cuidar nuestro planeta tierra. Desde ese día, en cada casa cercana al colegio "Rincón de Colores", las familias seguían separando la basura correctamente gracias al ejemplo de estos pequeños grandes héroes ambientales.

Y así, entre risas y juegos, aprendieron juntos una valiosa lección: cuando nos unimos por un objetivo común, ¡podemos lograr grandes cambios para un futuro mejor!

FIN.

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