La Escuela en Casa de Ami y Mati

Ami y Mati eran dos hermanitos que se habían mudado a una nueva casa en un barrio muy bonito. La casa era grande y tenía un jardín enorme donde podían jugar todo el día.

Les encantaba subirse a los árboles, correr por el césped y construir castillos de arena en su pequeño arenero. Pero aunque disfrutaban mucho de su nuevo hogar, algo les faltaba: sus amigos de la escuela.

Ami extrañaba las risas y los juegos con sus compañeros, mientras que Mati echaba de menos las charlas almorzando en la cantina. Ambos deseaban volver a ver a sus amigos del año anterior. Un día, mientras jugaban en el jardín, Ami tuvo una idea brillante.

Corrió hacia Mati emocionada y le dijo:- ¡Mati, tengo una idea! ¿Qué te parece si creamos nuestra propia escuela aquí en casa? Mati miró a su hermana con curiosidad e interés. - ¡Eso suena genial! Pero...

¿cómo lo haremos? Ami sonrió y comenzó a explicarle su plan. Decidieron que cada uno sería maestro por turnos y enseñarían diferentes cosas todos los días. También acordaron hacer horarios para tener clases de matemáticas, ciencias, arte e incluso educación física.

Así fue como empezaron a preparar todo para inaugurar su "Escuela Casera". Ami se convirtió en la maestra principal el primer día y enseñó sobre animales salvajes.

Hicieron dibujos de leones, tigres y elefantes; luego jugaron al —"Safari"  en el jardín, imitando los sonidos de los animales. Después de una semana, Mati tomó el turno de maestro y enseñó sobre plantas y flores. Juntos sembraron semillas en pequeñas macetas y aprendieron cómo cuidarlas para que crecieran.

También salieron al jardín a buscar diferentes tipos de hojas y flores para hacer collages coloridos. La "Escuela Casera" se convirtió rápidamente en un lugar lleno de risas, aprendizaje y diversión.

Ami y Mati se dieron cuenta de que no solo estaban aprendiendo cosas nuevas, sino que también estaban pasando tiempo juntos como mejores amigos. Un día, mientras estaban jugando en su sala de clases improvisada, escucharon voces afuera.

Se asomaron por la ventana y vieron a sus antiguos compañeros del año anterior. ¡Habían venido a visitarlos! Ami y Mati corrieron hacia ellos emocionados y les contaron todo acerca de su "Escuela Casera".

Sus amigos quedaron impresionados con lo mucho que habían aprendido y decidieron unirse a la diversión. Desde ese día, todos los niños del barrio se reunían regularmente en la casa de Ami y Mati para aprender juntos. La "Escuela Casera" se convirtió en un lugar donde todos podían compartir conocimientos e ideas.

Ami y Mati descubrieron que aunque extrañaban mucho su antigua escuela, siempre había formas divertidas e interesantes de seguir aprendiendo.

Su hogar se convirtió en un espacio mágico donde la amistad era el ingrediente principal para aprender algo nuevo cada día. Y así, Ami y Mati encontraron la manera de combinar su amor por jugar en su casa nueva con el deseo de estar con sus amigos de la escuela.

Juntos, crearon un lugar especial donde todos podían aprender y divertirse al mismo tiempo.