La escuela fantasma de la luz



Había una vez, en un pequeño pueblo, una escuela abandonada conocida como la "Escuela de la Luz". Se decía que en ese lugar se escuchaban risas de niños y se veían luces misteriosas por las noches.

La gente del pueblo aseguraba que la escuela estaba encantada. Un día, dos valientes maestras llamadas Sofía y Martina decidieron investigar si la historia era real. Armadas con linternas, se adentraron en la escuela en busca de respuestas.

Al entrar, se encontraron con un lugar polvoriento y lleno de telarañas, pero algo les llamó la atención: unas pinturas en la pared representando a niños jugando felizmente.

De repente, algo increíble sucedió, las luces se encendieron y una voz dulce les dijo: "Bienvenidas, maestras, somos los niños de la Escuela de la Luz. Desde que la escuela fue abandonada, estábamos tristes y solos, pero tu valentía nos trajo luz de nuevo". Las maestras, sorprendidas, respondieron: "¿Cómo podemos ayudarlos?".

Los niños les contaron que habían sido olvidados y que anhelaban aprender y jugar. Sofía y Martina decidieron convertir la escuela en un lugar lleno de vida nuevamente. Organizaron clases divertidas y creativas, arreglaron los patios y jugaron con los niños.

Pronto, la escuela se convirtió en el lugar más alegre del pueblo. La gente ya no la consideraba una escuela fantasma, sino como la Escuela de la Luz, donde la educación y la diversión brillaban juntas.

Las maestras y los niños habían demostrado que la valentía y la solidaridad pueden traer luz a los lugares más oscuros. Y así, la Escuela de la Luz nunca volvió a estar abandonada.

FIN.

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