La escuela interplanetaria de Facherito y Pedro


Había una vez en un universo muy lejano, un mapache de peluche llamado Facherito que soñaba con visitar la luna.

Un día, su amigo Pedro, un simpático dinosaurio lunar, lo invitó a viajar juntos al espacio para cumplir esa aventura. "¡Pedro, estoy emocionado por nuestro viaje a la luna! Será increíble", exclamó Facherito mientras preparaban su nave espacial. "¡Sí, será genial! Pero primero pasaremos por Marte para inscribirnos en el colegio Marte-Néstor Venus.

¡Será divertido aprender cosas nuevas!", respondió Pedro con entusiasmo. Así que despegaron hacia Marte y al llegar se dirigieron al colegio. Para su sorpresa, el director era un enorme patito de goma amarillo llamado Don Pato Quack.

Cuando intentaron apuntarse en la escuela, Don Pato Quack los detuvo. "Lo siento chicos, pero no puedo aceptarlos en nuestra escuela", dijo el patito con voz grave. Facherito y Pedro se miraron confundidos.

"¿Por qué no podemos estudiar aquí?", preguntó Facherito preocupado. "Porque tú eres de la Tierra y tú eres de la Luna. No podemos aceptar alumnos de diferentes planetas", explicó el director con tristeza en sus ojos.

Los dos amigos se sintieron desanimados al escuchar esas palabras. Sin embargo, decidieron no darse por vencidos y buscar una solución juntos. "Pedro, ¿qué tal si hablamos con Don Pato Quack para convencerlo de que somos capaces de estudiar aquí?", sugirió Facherito con determinación.

Así que se acercaron al director y le contaron sobre su amistad especial y lo mucho que querían aprender en su escuela interplanetaria. Don Pato Quack los escuchó atentamente y vio la sinceridad en sus ojos.

Después de unos momentos de reflexión, el patito sonrió y les dio una gran noticia: "Chicos, he decidido hacer una excepción esta vez. Vuestra amistad demuestra que la diversidad es algo hermoso y valioso.

¡Bienvenidos a Marte-Néstor Venus!"Facherito y Pedro saltaron de alegría al saber que podrían estudiar juntos en ese colegio tan especial. A partir de ese día, aprendieron muchas cosas nuevas sobre otros planetas y criaturas del espacio mientras forjaban una amistad aún más fuerte.

Y así demostraron que cuando trabajamos juntos sin importar nuestras diferencias, podemos lograr grandes cosas y hacer del mundo (y del universo) un lugar mejor para todos.

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