La Espada de Doña Rosa



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, llamado Sacura, una anciana llamada Doña Rosa. Doña Rosa era conocida por sus habilidades en la cocina y su amor por los animales.

Todos los días, salía temprano a buscar leña para cocinar y alimentar a sus perros y gatos. Un día, mientras caminaba por el bosque buscando leña, encontró una hermosa catana plateada.

La tomó en sus manos y se sorprendió al ver que tenía inscritas unas palabras en japonés: "La catana de sacura". No sabía lo que significaba pero la guardó cuidadosamente. Al llegar a su casa, Doña Rosa mostró la catana a su nieto Juanito.

Él se emocionó mucho al verla y le preguntó si podían jugar con ella. Doña Rosa accedió pero les advirtió que debían tener mucho cuidado porque no sabían qué poderes tenía esa espada.

Juanito corrió hacia el jardín con la catana en mano mientras su abuela lo observaba desde la ventana. De repente, vio cómo Juanito luchaba contra un árbol imaginario como si fuera un samurai valiente. De pronto, escucharon unos ruidos extraños provenientes del bosque cercano.

Era un grupo de ladrones que venían para robar las gallinas de Doña Rosa.

Al darse cuenta del peligro inminente, Juanito corrió hacia la casa gritando:- ¡Abuela! ¡Abuela! ¡Hay ladrones afuera! Doña Rosa decidió tomar acción e hizo algo atrevido: tomó la catana de sacura y salió al encuentro de los ladrones. Al verla, los ladrones se burlaron y se rieron de ella. - ¿Qué piensas hacer tú con esa espada vieja? - dijo uno de ellos.

Doña Rosa no respondió, simplemente sostuvo la catana en alto y cerró los ojos. En ese momento, algo mágico sucedió: la catana comenzó a brillar intensamente y un fuerte viento sopló en todas direcciones. Los ladrones quedaron atónitos y asustados al ver este espectáculo.

Doña Rosa abrió los ojos y con una gran fuerza interior, luchó contra los ladrones utilizando la catana de sacura como si fuera una verdadera samurai. Luego de una intensa batalla, logró derrotarlos a todos sin causarles daño alguno.

Juanito corrió hacia ella emocionado:- ¡Abuela! ¡Eso fue increíble! ¿Cómo lo hiciste? Doña Rosa sonrió y le explicó que la catana tenía poderes especiales para proteger a aquellos que eran valientes y justos.

Le enseñó que debía usarla sabiamente para ayudar a otros cuando estuvieran en peligro. Desde ese día, Doña Rosa se convirtió en un héroe local y Juanito aprendió el valor del coraje y la justicia gracias a su abuela y a la mágica catana de sacura.

FIN.

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