La Estrella Amiga de Luna


Había una vez en un bosque encantado, una niña llamada Luna que le encantaba explorar y descubrir nuevos tesoros escondidos entre los árboles.

Un día, mientras paseaba por el bosque, vio algo brillante destellando en lo alto de un árbol. Luna se acercó al árbol y levantó la vista para intentar ver qué era aquello que tanto brillaba. Pero por más que estiraba el cuello y se paraba de puntitas, no lograba distinguirlo claramente.

Estaba demasiado alto. "¡Vaya! ¿Qué será eso tan brillante allá arriba?" -se preguntó Luna con curiosidad. Decidida a descubrirlo, Luna miró a su alrededor en busca de ayuda.

Fue entonces cuando vio a un simpático pajarito posado en una rama cercana. "¡Hola, pajarito! ¿Podrías ayudarme a ver qué hay en lo alto de este árbol? Es algo muy brillante y quiero saber qué es. " -le pidió Luna con amabilidad.

El pajarito, con su canto melodioso, le dijo a Luna que subiera a la copa del árbol más cercano para tener una mejor vista. Sin dudarlo, Luna comenzó a trepar por el tronco del árbol hasta llegar a la copa.

Desde allí pudo ver con claridad lo que tanto había llamado su atención: ¡Era una estrella fugaz atrapada entre las ramas!"¡Ohhh! ¡Es una estrella fugaz! Qué maravilla haberla encontrado. " -exclamó Luna emocionada. La estrella fugaz brillaba con intensidad y parecía susurrarle secretos al oído de Luna.

Le contó historias mágicas sobre deseos cumplidos y aventuras inolvidables. "Gracias, amiguito pajarito, por tu ayuda para descubrir esta preciosa sorpresa en lo alto del árbol. " -agradeció Luna con una sonrisa radiante.

Luna decidió pedirle un deseo a la estrella fugaz como muestra de gratitud por tan maravilloso encuentro. Cerró los ojos con fuerza y susurró su deseo al viento mientras soplaba un beso hacia la estrella centelleante.

Al instante, la estrella fugaz se desprendió de las ramas del árbol y comenzó a descender lentamente hacia ella. Con un destello resplandeciente, la estrella se posó suavemente en la palma de la mano de Luna antes de elevarse nuevamente hacia el cielo nocturno.

"¡Mi deseo se ha hecho realidad gracias a ti, querida estrella fugaz!" -exclamó Luna emocionada mientras veía cómo la estrella regresaba al firmamento. Y así fue como Luna vivió una experiencia inolvidable gracias a su curiosidad y determinación para descubrir cosas nuevas.

Desde ese día, cada vez que miraba al cielo nocturno recordaba aquel mágico encuentro en el bosque encantado donde todo era posible si uno creía en los sueños.

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