La Estrella Aventurera
Había una vez una pequeña estrella llamada Estrellita, que vivía en el cielo junto a todas sus amigas estrellas.
A pesar de ser feliz, ella siempre se preguntaba cómo sería la vida en la Tierra y soñaba con conocerla algún día. Un día, mientras brillaba en el cielo nocturno, Estrellita vio a una familia caminando por un parque cerca de su posición. La familia estaba compuesta por Guada, papá Juan y mamá Ana.
Guada era una niña muy curiosa y aventurera que siempre buscaba nuevos desafíos. Estrellita quedó fascinada al ver a la familia caminar juntos y decidió seguirlos para ver qué hacían.
Mientras los observaba desde arriba, notó que Guada estaba triste porque no podía alcanzar las ramas más altas del árbol donde quería trepar. "¡Oh no! -pensó Estrellita-. ¡Guada está triste! Quiero ayudarla".
Con su brillo mágico, Estrellita iluminó el camino de Guada hasta que encontraron un palo largo para llegar a las ramas más altas del árbol. Guada se emocionó tanto que comenzó a saltar y reírse sin parar. "Gracias, estrella amiga", dijo Guada con alegría.
A partir de ese momento, Estrellita acompañaría a la familia en cada uno de sus paseos nocturnos para ayudarlos cuando lo necesitaran.
Y así fue como aprendió muchas cosas sobre el mundo terrenal: cómo las plantas crecían hacia el sol durante el día; cómo los animales dormían por la noche; cómo las personas se divertían en los parques y mucho más. Un día, mientras caminaban juntos, Estrellita notó que Guada estaba triste de nuevo.
Esta vez, Guada le contó a su familia que tenía miedo de empezar la escuela porque no conocía a nadie. "No te preocupes, amiga", dijo Estrellita con una sonrisa. "Yo estaré contigo siempre". Y así fue como Estrellita acompañó a Guada en su primer día de clases.
La pequeña estrella iluminaba el camino cada vez que Guada necesitaba un poco de valor para enfrentar algo nuevo. Gracias a ella, Guada hizo muchos amigos y aprendió muchas cosas interesantes en la escuela.
Con el tiempo, Estrellita se convirtió en una parte importante de la familia de Guada. Siempre estaba allí para ayudarlos cuando lo necesitaban y les enseñaba cosas nuevas sobre el mundo cada noche.
Y aunque nunca dejó el cielo nocturno del que venía, Estrellita sabía que había encontrado su hogar junto a sus amigos terrenales: Juan, Ana y especialmente su mejor amiga Guada.
FIN.