La Estrella Brillante



Era una tarde soleada en la escuela del barrio. Los niños corrían y reían mientras disfrutaban de su recreo en el patio. Entre ellos, se encontraba Mica, una niña curiosa y soñadora que siempre estaba buscando aventuras.

Un día, mientras jugaban al fútbol, Mica levantó la vista al cielo y vio algo brillante moverse rápidamente. ¡Era una estrella fugaz! Sin pensarlo dos veces, decidió seguir su brillo con la esperanza de descubrir un tesoro oculto.

Mientras tanto, los demás niños continuaron jugando sin percatarse de la ausencia de Mica. Pasaron algunos minutos hasta que finalmente notaron su ausencia y comenzaron a buscarla por todos lados. - ¿Dónde está Mica? - preguntó Juanito preocupado.

- No lo sé, pero deberíamos encontrarla antes de que pase algo malo - respondió Ana. Decididos a encontrar a su amiga, los niños se dividieron en grupos para cubrir más terreno.

Caminaron por el parque cercano y revisaron cada rincón del patio de la escuela. Pero no había rastro alguno de Mica. De repente, Juanito divisó un destello lejano entre los árboles del bosque adyacente a la escuela.

Corrió hacia allí junto con sus amigos y quedaron asombrados al encontrarse con Mica sentada debajo de un árbol mirando extasiada el cielo estrellado. - ¡Mica! ¡Te hemos estado buscando por todas partes! ¿Estás bien? - exclamó Ana preocupada. - Sí, estoy bien.

Pero miren, ¡encontré una estrella fugaz! - respondió Mica emocionada. Los demás niños se acercaron y admiraron el brillo de la estrella fugaz en las manos de Mica. Todos comenzaron a hacer preguntas sobre su aventura y cómo encontró la estrella.

- Cuando vi la estrella fugaz en el cielo, sentí que me invitaba a seguir mis sueños. Así que decidí seguirla sin importar dónde me llevara - explicó Mica con una sonrisa. - ¿Y qué encontraste al final? - preguntó Juanito intrigado.

- Encontré algo mucho más valioso que un tesoro: encontré mi propia pasión por explorar y descubrir cosas nuevas - respondió Mica con convicción. Los demás niños quedaron maravillados por las palabras de Mica.

Comprendieron que cada uno tenía sus propios sueños y pasiones, solo tenían que tener el coraje para perseguirlos. Desde aquel día, los niños aprendieron a seguir sus propias estrellas fugaces, persiguiendo sus sueños con valentía y determinación.

Juntos, exploraban nuevos lugares, descubrían cosas fascinantes e inspiraban a otros a nunca dejar de soñar. Y así fue como la historia de la estrella fugaz se convirtió en leyenda en aquella escuela del barrio.

Los niños siempre recordarán ese día especial en el que descubrieron que cada uno tiene su propia estrella brillando dentro de sí mismos, lista para guiarlos hacia grandes aventuras y logros.

Finalmente, todos comprendieron que no importaba cuán lejos pudieran viajar las estrellas fugaces en el cielo, lo más importante era tener la valentía de seguir nuestros sueños y nunca dejar de buscar la felicidad.

FIN.

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