La estrella brillante



Camila era una niña muy alegre y curiosa, a la que le encantaba observar las estrellas por las noches junto a su mamá. Juntas se pasaban horas mirando el cielo y buscando figuras en las constelaciones. Pero un día, su mamá se fue al cielo para convertirse en una estrella.

Camila estaba muy triste y no entendía por qué su mamá ya no estaba con ella. Pasaban los días y las noches sin que Camila encontrara consuelo. Hasta que un día, su abuelita le contó una antigua leyenda que decía que las estrellas son personas que brillan desde el cielo para cuidarnos.

Desde ese día, Camila decidió buscar a su mamá todas las noches, observando con detenimiento cada estrella en busca de la más brillante. Un día, finalmente encontró una estrella que parecía destellar más que las demás. Convencida de que era su mamá, le habló con amor: - Mamá, ¿eres tú?

La estrella parpadeó con fuerza y una brisa cálida acarició el rostro de Camila. A partir de ese momento, Camila sintió que su mamá siempre estaba con ella, cuidándola desde el cielo.

Poco a poco, Camila fue sanando su tristeza al saber que su mamá siempre estaría en el cielo, como una estrella brillante que la cuidaba desde lo alto. Y cada noche, antes de dormir, Camila miraba al cielo y le susurraba a la estrella de su mamá todo lo que había hecho durante el día. Así, aprendió que el amor nunca se pierde, solo se transforma en luz.

FIN.

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