La Estrella del Tesoro de Martina


Había una vez en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, una niña llamada Martina. Martina era una niña muy curiosa y soñadora, a la que le encantaba explorar el mundo que la rodeaba.

Un día, mientras paseaba por el bosque cerca de su casa, encontró una extraña piedra brillante en forma de estrella. Sin dudarlo, decidió guardarla en su bolsillo y llevarla consigo.

Al llegar a su casa, Martina se sentó en su habitación y observó la piedra detenidamente. De repente, la piedra comenzó a brillar con intensidad y emitió un destello mágico que envolvió toda la habitación.

Martina se sorprendió pero no tuvo miedo, al contrario, sintió una sensación cálida y reconfortante. De pronto, frente a ella apareció un hada pequeñita con alas relucientes y una sonrisa radiante. El hada le dijo: "-Hola Martina, soy Luminia, el hada de las estrellas. Has sido elegida para cumplir un importante deseo.

"Martina estaba emocionada y asombrada al mismo tiempo. No podía creer que algo tan maravilloso le estuviera sucediendo.

Luminia le explicó que la piedra era en realidad una Estrella Mágica que concedía deseos a aquellos con un corazón puro y valiente. "-¿Cuál es tu deseo más profundo?" preguntó Luminia. Martina pensó por un momento y luego respondió: "-Deseo poder ayudar a mi pueblo a ser más feliz y próspero.

"Luminia asintió con satisfacción y extendió sus manos hacia Martina. En ese instante, ambas fueron rodeadas por una luz resplandeciente que las transportó al centro del pueblo. Allí descubrieron que el pueblo estaba sumido en tristeza debido a los problemas económicos que enfrentaban las familias locales.

Martina recordando su deseo pidió ayuda a Luminia para encontrar una solución. Juntas idearon organizar un mercadillo solidario donde los habitantes pudieran vender productos hechos por ellos mismos para recaudar fondos.

La noticia corrió como reguero de pólvora por todo el lugar y todos se pusieron manos a la obra. El día del mercadillo llegó y el pueblo entero se congregó en la plaza principal.

Había puestos de comida casera, artesanías únicas e incluso espectáculos preparados por los niños del lugar. La gente compraba con entusiasmo sabiendo que cada peso contribuiría al bienestar común. Al final del día, se logró recaudar suficiente dinero para solventar los problemas económicos más urgentes del pueblo.

Todos celebraron felices abrazándose unos a otros mientras miraban al cielo nocturno lleno de estrellas brillantes. Luminia se acercó entonces a Martina y le dijo: "-Has demostrado tener un corazón noble y generoso digno de alguien especial como tú.

"Martina sonrió radiante sintiéndose orgullosa de haber podido hacer algo bueno por los demás gracias al poder mágico de la Estrella Mágica.

Desde aquel día en adelante, Martina siguió siendo conocida como "La Niña de la Estrella" en todo el pueblo; inspirando a todos con su valentía e ingenio para hacer del mundo un lugar mejor para vivir.

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