La Estrella Especial de Lila



Había una vez, en un tranquilo pueblito llamado Arcoíris, una niña llamada Lila. Era una niña alegre, llena de imaginación y con un gran amor por las estrellas. Cada noche, se sentaba en su jardín a contar las estrellas brillantes que adornaban el cielo.

Una noche, mientras observaba las estrellas, Lila notó algo diferente. En el centro del cielo, había una estrella que brillaba más que las demás. Era de un color azul intenso y parecía parpadear de una manera especial. Sin pensarlo dos veces, Lila decidió que tenía que acercarse a esa estrella.

"¡Mamá! Voy a ir a buscar a la estrella azul", dijo Lila emocionada.

"Ten cuidado, hija. Las estrellas son muy lejanas". La advertencia de su madre resonó en su mente.

Pero Lila estaba llena de determinación. En su imaginación, voló sobre el pueblo, cruzando montañas y ríos, hasta llegar a un lugar donde las estrellas tocaban la tierra. Allí encontró a la estrella azul.

"Hola, pequeña niña. Soy Stella, la estrella especial. ¿Por qué has venido hasta aquí?" - preguntó la estrella con una voz suave y melodiosa.

"He venido a buscarte porque brillas más que las otras estrellas. Quiero saber por qué" - respondió Lila.

"He venido aquí para enseñarte una lección importante. Cada estrella tiene su propio brillo, pero lo que realmente importa es cómo usamos ese brillo en la tierra" - explicó Stella.

Lila frunció el ceño. "¿Qué significa eso?" - preguntó, curiosa.

"Vamos a hacer un experimento. Te llevaré a un lugar donde puedas ver los diferentes brillos de las personas" - dijo Stella. En un abrir y cerrar de ojos, Lila se encontró en una plaza del pueblo donde la gente se reunía.

Primero, observaron a un niño pequeño que vendía limones. Estaba cansado, pero sonreía y contestaba amablemente a todos.

"Ese niño es un buen ejemplo de cómo brillar con amabilidad", comentó Stella.

Luego, vieron a una mujer que ayudaba a una anciana a cruzar la calle. "Ella brilla con su generosidad", explicó la estrella.

Mientras tanto, en un rincón de la plaza, había un grupo de niños que se burlaban de otro niño. Lila miró con tristeza.

"Eso no está bien, Stella. ¿Por qué lo hacen?" - preguntó Lila.

"A veces, las personas no usan su brillo de la mejor manera. Pero tú puedes ayudarles a recordar su verdadera esencia" - respondió Stella.

Lila decidió que tenía que hacer algo. Se acercó al grupo y dijo:

"Chicos, ¿por qué se burlan de él? Todos merecemos brillar y ser tratados con respeto".

Los niños se quedaron callados, sorprendidos por la valentía de Lila. El niño que estaba siendo burlado sonrió, sintiéndose apoyado. Lila, viendo la transformación en el ambiente, sintió una calidez en su corazón.

"¿Ves, Lila? A veces, todo lo que se necesita es una voz amable para encender el brillo en los demás" - dijo Stella, sonriendo.

Lila volvió a mirar la plaza y notó cómo poco a poco, la risa y la alegría comenzaron a florecer nuevamente.

"Ahora entiendo, Stella. No se trata solo de cómo brillamos, sino de cómo hacemos que los demás también brillen" - dijo Lila, con los ojos llenos de comprensión.

De repente, se dio cuenta de que era hora de regresar a casa. Stella la abrazó suavemente. "Siempre llevarás esta lección contigo, Lila. Recuerda, tu brillo puede iluminar los corazones de los demás".

Lila regresó a su jardín, emocionada y llena de alegría, lista para compartir la lección más importante de su vida. Esa noche, miró al cielo y vio a la estrella azul brillar más que nunca. Al cerrar los ojos, supo que había encontrado su propia luz y que nunca dejaría de compartirla con quienes la rodeaban.

Y así, en el pueblito de Arcoíris, Lila continuó siendo una luz de amabilidad y generosidad, enseñando a todos cómo brillar juntos en el vasto cielo del amor y la amistad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!