La estrella oculta
Había una vez un joven llamado Oliver, quien desde que era pequeño había soñado con ser una estrella de la música. A pesar de tener un gran talento para tocar la guitarra y componer canciones, nadie parecía notarlo.
Oliver tenía rastas en su cabello y era bajito, lo que hacía que mucha gente lo subestimara. Pero él no se dejaba desanimar por las críticas negativas y seguía practicando día tras día en su pequeña habitación.
Un día, mientras tocaba su guitarra en el parque, una niña se acercó a él y le preguntó si podía enseñarle a tocar algunas canciones. Oliver aceptó encantado y juntos comenzaron a tocar melodías hermosas.
"Eres muy bueno tocando la guitarra", dijo la niña admirada. —"Gracias" , respondió Oliver sonriendo. "¿Por qué no te presentas en el concurso musical del pueblo?", preguntó ella emocionada.
Oliver nunca había pensado en participar en ese concurso porque creía que no tenía oportunidad contra los demás músicos más conocidos del lugar. Sin embargo, gracias al apoyo de la niña decidió inscribirse. El día del concurso llegó y Oliver se presentó nervioso pero emocionado ante el público.
Comenzó a tocar una canción que había compuesto él mismo y todos quedaron maravillados por su talento. Al finalizar la canción recibió una ovación de pie por parte del público. "¡Increíble! ¡Eres un verdadero artista!", exclamó uno de los jueces. "Sí, tienes mucho talento", dijo otro.
Finalmente, Oliver ganó el concurso y se convirtió en una estrella de la música. La niña que lo había animado a participar se convirtió en su amiga y juntos siguieron tocando música hermosa para todo aquel que quisiera escucharla.
De esta historia aprendemos que nunca debemos subestimar a alguien por su apariencia o por lo que los demás dicen de él. Todos tenemos talentos únicos y especiales que debemos compartir con el mundo.
Y, sobre todo, nunca debemos dejar de perseguir nuestros sueños porque siempre hay una oportunidad para hacerlos realidad.
FIN.