La estrella perdida en el bosque encantado



Había una vez en un hermoso bosque encantado, una estrella brillante que había caído del cielo. Esta estrella era diferente a las demás, porque tenía la habilidad de hablar.

Sin embargo, un día, la estrella sufrió un extraño suceso: perdió por completo la memoria. No recordaba quién era, de dónde venía ni cuál era su propósito en el universo. Desconcertada, la estrella comenzó a deambular por el bosque en busca de respuestas.

- ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? - se preguntaba la estrella mientras titilaba débilmente. En su camino, la estrella se encontró con personajes mágicos como el hada Madrina, el duende travieso y el sabio búho del bosque.

Cada uno, a su manera, intentó ayudar a la estrella a recordar quién era. El hada Madrina le susurraba palabras de aliento, el duende travieso intentaba hacerla reír con sus bromas, y el sabio búho del bosque le brindaba consejos para recuperar su memoria. Sin embargo, nada parecía funcionar.

La estrella seguía sin recordar. Desanimada, la estrella se sentó en lo alto de un árbol y dejó caer una lágrima resplandeciente. En ese preciso momento, un rayo de luz iluminó su camino y la estrella recordó algo importante: su luz interior.

Descubrió que, más allá de su memoria perdida, ella poseía la capacidad de irradiar luz y alegría a su alrededor. Con esta revelación, la estrella recuperó su brillo y su confianza.

Decidió que, si bien no recordaba su pasado, podía crear un futuro lleno de amor y luz. La estrella se convirtió en un símbolo de esperanza y amistad para todos los habitantes del bosque encantado.

Aunque su memoria seguía siendo un misterio, la estrella aprendió a valorar lo que tenía en el presente y a inspirar a otros con su resplandor. Finalmente, comprendió que su propósito era iluminar el camino de quienes la rodeaban. Y así, la estrella perdida encontró su verdadero lugar en el universo.

FIN.

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