La estrella viajera de Sofía
Sofía era una niña muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras jugaba en el parque, miró hacia el cielo y vio una estrella brillante que la cautivó por completo.
- ¡Mamá, papá! - gritó Sofía emocionada - Quiero viajar al espacio en esa estrella. Sus padres sonrieron al ver la emoción de su hija y le explicaron que los seres humanos aún no han encontrado la manera de viajar a través de las estrellas.
Pero Sofía no se rindió tan fácilmente. - Si nadie ha encontrado la manera, entonces yo lo encontraré - dijo decidida. Durante semanas, Sofía investigó todo lo que pudo sobre las estrellas y el espacio.
Leyó libros, vio documentales y habló con expertos en astronomía. Fue así como descubrió algo sorprendente: hay una leyenda antigua que dice que si haces un deseo ante una estrella brillante, ese deseo se hará realidad.
Sofía decidió probar suerte e hizo un gran esfuerzo para llegar hasta la cima de una colina cercana a su casa donde pudiera ver bien a la misteriosa estrella.
Cerrando los ojos con fuerza, ella hizo un deseo muy especial:- Quiero viajar al espacio en esta estrella para explorar nuevos planetas y conocer a seres extraterrestres amigables. De repente, algo asombroso sucedió: La luz de la estrella comenzó a brillar más intensamente hasta formar un haz de luz que envolvió todo el cuerpo de Sofía.
Ella sintió cómo era levantada del suelo y llevada a través del espacio a una velocidad increíble. - ¡Esto es genial! - gritó Sofía mientras se reía de alegría. El viaje fue emocionante, pero también un poco aterrador.
Sofía vio planetas extraños y estrellas brillantes que nunca antes había imaginado. Pero también encontró algunos peligros en el camino, como asteroides y agujeros negros. Afortunadamente, la estrella que la llevaba estaba ahí para protegerla.
Finalmente, después de varios días de viaje, Sofía llegó a un planeta desconocido. Allí conoció a seres extraterrestres amigables que le enseñaron muchas cosas nuevas sobre el universo.
También aprendió algunas palabras en su idioma y cantó canciones con ellos bajo las estrellas. - Esto es lo más increíble que he hecho en mi vida - dijo Sofía con lágrimas en los ojos - Gracias por llevarme aquí, estrella mágica.
La estrella sonrió ante las palabras de la niña aventurera y comenzó el regreso al hogar de Sofía. Cuando ella abrió los ojos nuevamente se dio cuenta de que estaba acostada en su cama con la luz del sol entrando por la ventana.
- ¿Fue todo un sueño? - pensó Sofía mientras se frotaba los ojos adormilados. Pero cuando miró hacia arriba pudo ver esa misma estrella brillante en el cielo justo encima de su casa. - No fue un sueño...
fue una aventura mágica - dijo sonriendo felizmenteDesde ese día, Sofía nunca dejó de soñar en grande y siempre recordó que, aunque el mundo a veces parece limitado, siempre hay un camino hacia la aventura y la exploración.
FIN.