La Fábula del Coraje de Lila



Había una vez en un pueblo pequeño una niña llamada Lila. Lila era una chica alegre, llena de sueños y risas. Un día, mientras jugaba en el parque, una mujer misteriosa, de mirada fría y semblante serio, se acercó a ella.

"Hola, pequeña. Soy la señora Morán, y he decidido que serás mi hija. Aquí todo será diferente y mejor", dijo la mujer, con una sonrisa que parecía más una mueca.

Lila, emocionada por la idea de tener una madre, no supo ver las señales de advertencia. Así, se mudó a la casa de la señora Morán, que, por fuera, parecía hermosa, pero dentro se sentía como un laberinto oscuro y escalofriante. La señora Morán siempre tenía un tono de voz que helaba la sangre, y su mirada, llena de frialdad, causaba temor.

Al principio, la señora Morán hizo muchas promesas. Sin embargo, Lila pronto se dio cuenta de que su nueva vida no era como le había contado. La señora Morán era estricta y exigente; no permitía que Lila jugara ni saliera a jugar con otros niños. Solamente podía estar en su habitación, donde apenas entraba la luz.

Un día, mientras Lila estaba en su habitación, la señora Morán se acercó y le dijo:

"Hoy será un día especial, Lila. Vamos a jugar a un juego que solo las niñas valientes pueden soportar."

Lila sintió un escalofrío y decidió que debía hacer frente a la situación. Desesperada, comenzó a pensar cómo podría escapar de esa pesadilla.

Mientras la señora Morán planeaba su próximo movimiento, Lila se armó de valor y se puso a buscar pistas sobre cómo liberarse. Cada noche, Lila dibujaba un plano de escape en su libreta de historias, que había encontrado entre los juguetes olvidados de la casa. Poco a poco, fue formando un mapa del lugar, con cada habitación y rincón que conocía. En su corazón, guardaba la esperanza de que algún día podría salir.

Un día, aprovechando que la señora Morán se mostró descuidada y un poco confundida por la llegada de un paquete, Lila tomó su oportunidad. Con el corazón latiendo rápido, comenzó a seguir su mapa.

"Zigzagueando, por aquí, ahora a la derecha... ¡Sí!", murmuró Lila, mientras se movía cuidadosamente por la casa.

Sin embargo, antes de llegar a la puerta, se topó con un perro mágico que vivía en el jardín. Era un perro de colores vivos y alas de mariposa.

"¡Hola, Lila! Soy Pik, el perro guardián. He estado esperando por ti. Puedes confiar en mí. ¡Vamos a volar lejos de aquí!"

Lila miró al perro, atónita.

"Pero, ¿cómo?" preguntó Lila, llena de dudas.

"Cree en tu coraje. Lo único que necesitas es dar el primer paso y yo te ayudaré", respondió Pik, con su voz suave y alentadora.

Sin dudarlo más, Lila subió a su lomo y juntos elevaron el vuelo. Una vez que estaban en el aire, el viento despejó las nubes grises que cubrían su mente, y Lila sintió que su corazón latía hasta el cielo.

Finalmente, llegaron a un hermoso lugar, donde el sol brillaba radiante y los colores eran más vibrantes que nunca. Era un mundo lleno de risas, juegos y amigos.

Lila entendió que en su valentía había encontrado la fuerza para cambiar su destino. Agradeció a Pik por ayudarla y decidió que nunca volvería a dejar que nadie la hiciera sentir menos.

Con el tiempo, Lila se convirtió en una joven valiente y decidida, llena de historias que contar.

La señora Morán, en cambio, nunca pudo alcanzar a Lila, ya que el amor y el coraje no se podían encerrar en una casa oscura.

Y así, Lila vivió feliz, aprendiendo que el valor y la amistad son más poderosos que cualquier cosa negativa que se presente en la vida.

FIN.

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