La familia del bosque
Había una vez en un hermoso bosque, un niño llamado Mateo que le encantaba observar y jugar con los animales.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Mateo se detuvo al ver a una familia de osos: la mamá oso, el papá oso y dos ositos juguetones. Mateo se acercó emocionado, y comenzó a observar cómo jugaban juntos. - ¡Vaya, qué familia tan bonita de osos! - exclamó Mateo.
Esa noche, Mateo regresó a casa y le contó a su mamá sobre la familia de osos que había visto en el bosque. - Mamá, hoy vi a una familia de osos, ¿sabías que también hay familias de animales como la nuestra? - preguntó Mateo.
Su mamá lo miró con una sonrisa y le dijo: - ¡Claro que sí, Mateo! Hay muchas formas diferentes de familias en el mundo, algunas tienen mamá y papá, otras solo mamá o papá, e incluso hay familias con abuelos, tíos y primos.
Al día siguiente, Mateo se encontró con una familia de patos en el lago. Había un mamá pato, dos papás patos y un montón de patitos.
- ¡Mira mamá, esta familia de patos es diferente a la de los osos! - exclamó Mateo emocionado. Mateo siguió explorando el bosque y descubrió familias de lobos, ardillas, mariposas y más. Cada una tenía su propia forma única de ser una familia.
- Mamá, he aprendido que no importa cómo seamos, lo importante es que nos queramos y cuidemos los unos a los otros, al igual que los animales en el bosque. - dijo Mateo con una gran sonrisa. Su mamá asintió con orgullo y abrazó a Mateo.
Así, Mateo aprendió que la diversidad de familias es algo hermoso y que lo más importante es el amor que se comparte. Y a partir de ese día, comprendió que la familia es el amor que nos une, sin importar cómo esté formada.
FIN.