La familia del taller de aviones


Había una vez un hombre llamado César, quien era un experto en arreglar aviones. Era tan bueno en su trabajo que todos lo conocían como "Aregardor de aviones César".

Pero a pesar de ser muy talentoso, había algo que le faltaba en su vida: una familia. Un día, mientras César estaba trabajando en el aeropuerto, vio a una pequeña niña llamada Nati jugando cerca de los aviones.

Se acercó a ella y le preguntó:- Hola, ¿qué haces aquí solita? Nati levantó la mirada y respondió:- Estoy esperando a mi hermano Fran. Nos hemos perdido y no sé cómo encontrarlo. César sintió compasión por la niña y decidió ayudarla.

Juntos buscaron por todo el aeropuerto hasta que encontraron a Fran llorando cerca de la pista. - ¡Fran! - exclamó Nati emocionada - ¡Te encontré! Los tres se abrazaron y César les dijo:- No deberían estar jugando cerca de los aviones sin supervisión. Es peligroso.

Pero no te preocupes, yo los cuidaré. Desde ese momento, César se convirtió en el protector de Nati y Fran. Los llevaba al colegio todas las mañanas antes de ir a trabajar y los recogía por la tarde.

Pasaban mucho tiempo juntos y se divertían haciendo manualidades con piezas de aviones viejos. Un día, mientras estaban jugando en el taller de César, Boni apareció misteriosamente. Boni era un cachorro adorable que parecía estar perdido.

Nati, Fran y César decidieron adoptarlo y convertirlo en parte de su familia. Con el tiempo, la familia de César se hizo más fuerte y unida.

Aprendieron a trabajar juntos en el taller de aviones, utilizando sus habilidades individuales para lograr grandes cosas. Nati era muy creativa y tenía una gran imaginación, Fran era hábil con las herramientas y Boni siempre les daba ánimos con su alegría. Un día, César recibió una llamada del aeropuerto.

Había surgido un problema con uno de los aviones más grandes y necesitaban su ayuda urgente. Sin pensarlo dos veces, César llevó a toda su familia al aeropuerto para ayudar. Trabajaron arduamente durante horas hasta que finalmente repararon el avión averiado.

Todos estaban agotados pero felices por haberlo logrado juntos. El director del aeropuerto quedó impresionado por el talento de César y le ofreció un trabajo permanente como mecánico principal de la flota de aviones.

Además, le dio a Nati, Fran y Boni pases gratuitos para viajar en avión a cualquier lugar del mundo. La familia de César estaba emocionada ante esta oportunidad única. Decidieron hacer un viaje a la playa para celebrar su éxito.

Mientras disfrutaban del sol en la playa, Nati miró a César y dijo:- Gracias por cuidarnos como si fuéramos tu propia familia. César sonrió y respondió:- Ustedes son mi familia ahora. Juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente.

Y así fue como Aregardor de aviones César, Nati, Fran y Boni vivieron felices y unidos, demostrando que cuando trabajamos en equipo y nos cuidamos mutuamente, podemos alcanzar grandes cosas.

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