La familia en el parque de las emociones
En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una familia muy especial compuesta por mamá, papá, Tomás y Sofía. Todos los días, al despertar, la familia se reunía en la cocina para desayunar y planear las actividades del día.
Un día soleado de primavera, mientras desayunaban tostadas con dulce de leche, mamá dijo emocionada: "¡Hoy vamos a tener una sorpresa! ¡Vamos a visitar el parque temático que acaban de inaugurar en nuestro pueblo!".
Los ojos de Tomás y Sofía se iluminaron de alegría ante la noticia. Rápidamente terminaron el desayuno y se dirigieron hacia el parque temático.
Al llegar, quedaron maravillados con todas las atracciones: montañas rusas, carruseles, juegos mecánicos y hasta un zoológico con animales exóticos. La familia decidió comenzar por subirse a la montaña rusa más grande. Al subir a la montaña rusa, Tomás estaba un poco asustado pero Sofía lo tranquilizó diciéndole: "Tranquilo hermanito, voy a estar contigo todo el tiempo".
La montaña rusa empezó a moverse lentamente hasta que alcanzó una velocidad vertiginosa. Tomás gritaba emocionado mientras Sofía reía a carcajadas. Al bajar de la montaña rusa, papá propuso ir al carrusel.
Mientras daban vueltas en los caballitos de colores, mamá les recordaba lo importante que era disfrutar juntos en familia y apoyarse mutuamente en cada aventura que emprendieran. De repente, escucharon un estruendo proveniente del otro lado del parque.
Todos corrieron hacia allí y descubrieron que un árbol había caído sobre uno de los caminos principales bloqueando el paso. La gente no sabía qué hacer y algunos comenzaron a preocuparse. —"Tranquilos" , dijo papá con calma. "Vamos a buscar ayuda".
Mamá asintió y todos se pusieron en marcha hacia el centro del parque donde encontraron al encargado general. Le explicaron lo sucedido y él les informó que necesitaban una sierra eléctrica para poder retirar el árbol caído.
Tomás tuvo una idea brillante: recordó haber visto una caja de herramientas cerca del sector de mantenimiento cuando llegaron al parque. Rápidamente fue hacia allí junto con su hermana Sofía y encontraron la sierra eléctrica entre las herramientas.
Con la sierra eléctrica en mano regresaron junto a sus padres y el encargado general para ayudar a quitar el árbol caído. Todos colaboraron juntos cortando ramas y troncos hasta lograr despejar completamente el camino bloqueado.
La gente aplaudió emocionada ante semejante trabajo en equipo realizado por la familia. El encargado general les dio las gracias sinceramente y como recompensa les ofreció pases VIP para disfrutar gratuitamente todas las atracciones del parque durante todo un año.
La familia regresó a casa feliz luego de haber vivido una jornada llena de aventuras inolvidables. Esa noche cenaron pizza casera mientras recordaban cada momento especial vivido en Villa Esperanza.
FIN.